Cómo curar pequeñas heridas domésticas

Niño con herida en la rodilla

Los niños tienen facilidad para tener pequeños accidentes en cualquier parte, incluida la propia casa. La mayoría de las veces se trata de pequeñas heridas producidas por caídas o golpes, por lo que es posible tratarlas en casa. Siempre que se trate de una herida sin importancia, se puede curar en casa de forma sencilla. Pero es muy importante tener en cuenta ciertas recomendaciones, de esta forma evitarás posibles infecciones.

Lo primero que debes hacer es valorar si el accidente revisa de gravedad, hay ciertas pautas que puedes seguir para saber si debes ir al médico o no. Nadie quiere pasar interminables horas en la sala de espera de urgencias por una pequeña herida que podríamos haber curado en casa. Pero siempre que tengas dudas, no lo pienses y acude al médico, no es lo mismo una caída con una magulladura en la rodilla, que una caída donde exista golpe en la cabeza.

No obstante, cualquier herida que en principio pueda parecer inofensiva, puede desencadenar una serie de complicaciones como infecciones, si no se trata de forma correcta. Por eso desde Madres Hoy, vamos a repasar una serie de puntos importantes a tener en cuenta cuando tengas que curar alguna pequeña herida producida en el ámbito doméstico.

Madre curando una herida a un niño

Pasos para curar una herida superficial

El primer paso y más importante es la limpieza, la mejor manera de hacerlo es con agua potable y jabón, o en su defecto con suero fisiológico. Antes de manipular la herida o cualquiera de los utensilios que puedas necesitar, debes lavarte muy bien las manos utilizando jabón. Incluso si tienes la posibilidad de usar guantes mucho mejor, de esta forma te asegurarás de no infectar la herida.

Para limpiar la herida utiliza el chorro del agua de forma directa, si la zona donde se ha producido lo permite. Aplica un jabón suave sobre la zona y enjuaga bien con agua.

Secar la herida

Cómo curar una herida

Después de limpiar la herida, hay que secar muy bien toda la piel de alrededor y con suavidad la zona dañada. Evita utilizar para ello toallas que suelten pelusa o algodón, lo mas adecuado es utilizar gasas. Una vez que la herida esté seca, hay que aplicar algún producto específico para evitar la infección. Puedes utilizar yodo con la ayuda de una gasa estéril o aplicar cristalmina en spray.

Cortar la hemorragia

Si la herida sangra mucho, es importante cortar la hemorragia. Para ello debes utilizar en la medida de lo posible gasas estériles o un pañuelo de algodón limpio. Es muy importante que el tejido no suelte fibras o pelusas, por lo que nunca debes utilizar algodón para estas circunstancias. El algodón se deshace en fibras que se quedan pegadas a la piel y a la sangre. Una vez que la herida seca, es prácticamente imposible eliminar las fibras de algodón sin dañar la piel, es algo muy doloroso e incómodo para los niños.

Tapar la herida

Por último debes tapar la herida para evitar que se ensucie y pueda infectarse. Para hacerlo deberás utilizar gasas, como hemos mencionado en el punto anterior no uses algodón ni nada que pueda soltar fibras. Después, asegura bien la gasa con esparadrapo. Si la herida es pequeña, con utilizar una tirita será suficiente.

Mantén la herida limpia

Recuerda limpiar la herida diariamente para evitar posibles infecciones, los niños pasan muchas horas jugando en el suelo, en la calle o en el parque. Siempre que vuelva de jugar fuera de casa, asegúrate de seguir los mismos pasos mencionados, limpieza, desinfección y protección.


Cómo curar una pequeña quemadura

Bebé tocando una plancha

Los niños pequeños que aún no han desarrollado el sentido del miedo, suelen tocar todo aquello que es peligroso. En casa también es habitual que puedan sufrir pequeñas quemaduras producidas por planchas calientes, sartenes en el fuego o agua demasiado caliente. Si la quemadura es leve y no necesita tratamiento médico, puedes seguir unos sencillos pasos para curarla en casa.

  • Límpiate bien las manos con agua y jabón antes de tratar la quemadura
  • Lava y enfría la quemadura, en este caso es mejor utilizar suero fisiológico para hacerlo, después, seca con cuidado la quemadura con una gasa.
  • Cubre la quemadura con un apósito para evitar la infección.

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