Cómo deben ser los cuidados del ombligo del bebé

Cuidados del ombligo del bebé

Del ombligo del bebé parte ese cordón que une a la criatura con la madre, durante las muchas semanas de gestación. El cordón umbilical es una composición de arterias y venas, por las cuales el feto recibe todos los nutrientes y el oxigeno que necesita para desarrollarse correctamente. Nada más nacer, ese método natural de unión deja de tener función, ya que el bebé comenzará a respirar y a alimentarse de otra manera.

Por este motivo, a los pocos minutos de nacer se realiza el corte del cordón umbilical y se coloca una pinza diseñada para cortar la hemorragia. Es entonces cuando comienza un proceso natural, por el cual, el cordón se desprenderá del cuerpo del bebé dejando paso a lo que será su ombligo. Pero, a pesar de ser un proceso natural, no deja de tratarse de una herida que necesita unos cuidados para cicatrizar correctamente y sin peligro de infecciones.

Los cuidados del ombligo del bebé

El cordón umbilical suele tardar alrededor de 10 días en caer, aunque es una estimación ya que en algunos casos puede ser algo menos. Incluso, en el caso de los bebés que nacen por cesárea, el cordón puede tardar unos 12 o 14 días en desprenderse por completo.

Cuidados del ombligo del bebé

Los cuidados del ombligo deben ser extremos desde el primer momento, ya que la piel debe estar siempre bien limpia y seca para evitar infecciones. Pero además, es fundamental tener en cuenta que a su caída, el ombligo del bebé es una herida abierta y hay que cuidarla y protegerla hasta que cicatrice por completo. Bastará con limpiar bien la herida con agua y un jabón neutro y asegurarte de secar muy bien. Así evitarás la proliferación de hongos y otras bacterias que pueden interferir en la cicatrización de la herida.

Antes de que caiga el cordón umbilical, es necesario proteger el muñón para que se desprenda de forma natural sin dañar al bebé.

Cuidados del muñón umbilical

Aunque antiguamente se recomendaba no mojar esa zona del cuerpo del bebé hasta que el cordón hubiese caído, hoy en día los consejos de las matronas son completamente contrarios. Es decir, desde el primer día puedes bañar con normalidad a tu bebé, mojando su barriga sin ningún temor. Solo tienes que asegurarte de no forzar la caída y de secar muy bien la piel del bebé tras cada baño.

Además, cada vez que le cambies el pañal tendrás que realizar una cura:

  • Lávate muy bien las manos, utilizando jabón para esterilizar por completo tu piel.
  • Prepara todos los utensilios que puedas necesitar para tenerlo todo a mano, necesitarás gasas estériles, agua templada con un jabón neutro o suero fisiológico y los útiles para el cambio del pañal.
  • Levanta con cuidado la pinza de plástico y con una gasa impregnada en suero o con una pequeña cantidad de jabón, limpia la piel del ombligo.  No se recomienda el uso de alcohol ni de otro tipo de soluciones antisépticas.
  • Con una gasa limpia, seca muy bien toda la piel.
  • Deja secar al aire unos minutos antes de cubrir la zona, así te podrás asegurar de que la piel está completamente seca.
  • Al colocar el pañal, dobla la parte delantera para evitar que roce el muñón umbilical. Si es invierno y hace frío, puedes colocar una gasa estéril sobre la piel sin presionar y vestir con normalidad al bebé.

Cuándo acudir al pediatra

Recién nacido

En muy raras ocasiones el ombligo del bebé se infecta, aún así, es importante vigilar la cicatrización para asegurarte de que todo marcha con normalidad. Si observas estos síntomas, acude al pediatra para que pueda realizar la revisión pertinente.


  • Si observas enrojecimiento en la base de la herida, es decir, lo que será el ombligo. En caso de que este supure o el bebé tenga fiebre, acude rápidamente al pediatra, pues son signos de infección.
  • En caso de que la herida desprenda mal olor
  • Si aparece un pequeño bultito blando, y que podría tratarse de una hernia
  • En el caso de que el cordón umbilical no se caiga pasadas 3 semanas

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