¿Cómo eliminar la flema de los bebés?

bebé resfriado gotas nasales

Ya ha empezado el frío y los resfriados están a la orden del día. Los peques de la casa son los que más lo notan debido a que su sistema inmunológico aún no está completamente formado. Por eso los niños son más propensos a los resfriados.

En su primer año de vida, pueden tener hasta seis resfriados al año. Esto es normal y no debería preocuparnos, pero tenemos que vigilar con las flemas. Estas pueden dar lugar a problemas como tos grasa y dificultad para respirar con normalidad.

Los bebés tienden a ser más propensos a desarrollar flemas, es decir, una acumulación de moco. Es el resultado de una exposición involuntaria a virus, bacterias o alérgenos.

La mucosidad suele ser espesa y pegajosa y normalmente un síntoma de una infección viral o bacteriana del tracto respiratorio superior. Las posibles causas son bronquitis aguda, resfriados y sinusitis, bronquiolitis (inflamación de los bronquiolos pulmonares, enfermedad que afecta a niños hasta los 2 años), así como reacciones alérgicas a algunos alérgenos.

La flema tiende a obstruir la parte posterior de la nariz, la garganta o los senos nasales. En algunos casos desaparece en pocos días, con tos y goteo nasal, pero en otros casos las respuestas fisiológicas del cuerpo no son suficientes y es necesario recurrir a sistemas para fluidificarlo y permitir su correcta expulsión.

niño vestido azul con resfriado

Moco en la garganta del recién nacido

La mucosidad en la garganta del recién nacido, que se vuelve abundante y difícil de eliminar para los niños pequeños que no pueden toser ni sonarse la nariz, en caso de una infección viral leve, es de color blanco transparente. Si el moco se da por una infección bacteriana, entonces se ve amarillenta. En el recién nacido, el moco verdoso es típico de la sinusitis.

Teniendo en cuenta que los medicamentos normales de venta libre no se pueden usar en niños de menos de un año, el mejor método para ayudar a los niños a reducir la densidad del moco son las gotas nasales salinas, que tienen la tarea no solo de fluidificar, sino también de «limpiar» las vías respiratorias de polen, bacterias y virus de forma completamente natural.

Cómo deshacerse de la flema en los bebés

En un bebé de 1 mes o hasta 4 meses, es fundamental mantener limpia la nariz, eliminando el exceso de mucosidad, que obstruye los conductos nasales.

Para eliminar la flema en los recién nacidos, según las nuevas directrices de la FDA (Food and Drug Administration), se prohíbe la administración de mucolíticos, especialmente en niños muy pequeños (menores de 2 años). Es aconsejable evitar los jarabes para la tos y, más bien, intentar diluir la flema con vapor de agua caliente. Se puede usar solución fisiológica disuelta en vapor caliente y administrarla en aerosol.

En el caso de bronquitis aguda y bronquiolitis también se utilizan aerosoles, y además se añaden fármacos broncodilatadores y corticoides (bajo estricta prescripción médica). También es importante mantener bien humidificados los ambientes donde descansa y duerme el pequeño.


Kalium sulfuricum remedio homeopatico

Las bebidas calientes, como los caldos, leche y manzanilla con miel, ayudan a disolver la mucosidad. Las fosas nasales deben mantenerse limpias y desinfectadas aplicando soluciones salinas fisiológicas o agua de mar. Por último, se puede acompañar el tratamiento descrito con algún remedio homeopático:

    • Ferrum Phosphoricum: ideal contra resfriados, sinusitis y bronquitis aguda en las primeras etapas.
    • Kalium muriaticum: contra la flema densa y blanquecina causada por infecciones virales agudas del tracto respiratorio.
    • Kalium sulfuricum: contra la flema amarilla y pegajosa de las infecciones bronquiales bacterianas.
    • Natrum muriaticum: sirve para restablecer el grado correcto de hidratación de los tejidos nasales que tienden a secarse debido a la inflamación.

Moco en el recién nacido: ¿cuándo debemos preocuparnos?

En general, en un bebé de tamaño mediano es mejor buscar el consejo del médico sobre cualquier problema que tenga. Por lo menos hasta los 4 años. También es aconsejable consultar a un médico cuando la flema cambie de color (por ejemplo, si se vuelve amarilla, marrón o verdosa), cuando el niño muestre un malestar evidente, si se sospecha riesgo de asfixia, si tiene fiebre y dificultades respiratorias o cuando en 5 días o una semana no haya mostrado signos de mejora.

Para que el tratamiento sea aún más efectivo conviene hacer lavados nasales. Ya sea con solución fisiológica, salina o gotas nasales, para luego acabar eliminándolo con un aspirador.

Una buena práctica es humedecer el ambiente donde duerme el niño y hacerle beber infusiones a base de manzanilla y malva.


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