Cómo enseñar a los hijos a tener amor propio (sin ser egoísta)

enseñar a los hijos a tener amor propio

En muchas ocasiones existe una línea muy delgada entre el ser egoísta y tener amor propio. E incluso, es posible que los demás lo lleguen a confundir. Pero entre estos conceptos existen diferencias muy significativas, ya que la persona egoísta solo piensa en sí misma. Por el contrario, la persona que se tiene amor propio, se antepone a lo demás pero no deja de pensar los demás.

Es muy importante que los niños aprendan a tener amor propio, porque quererse a uno mismo es el primer paso parar vivir una vida plena y llena de felicidad. Porque muchas personas lo olvidan, pero el primer amor que hay que fomentar es el que se siente por uno mismo. Eso no significa que tus hijos vayan a ser egoístas, que puedan hacer daño tener amor propio o que no vayan a ser empáticos.

Al contrario, enseñar a los hijos a tener amor propio es la mejor manera de asegurarte de que saben valorarse y respetarse. Para que de esta forma, su autoconfianza se mantenga siempre reforzada. Para que confíen en sí mismos y puedan luchar por lo que quieren, a sabiendas de lo que son capaces de hacer. Sin embargo, es muy importante que les enseñes a diferenciar el amor propio del egoísmo, para que no crucen esa delgada línea a la que hacíamos referencia.

Qué es el amor propio

El amor propio es aceptarse, respetarse a uno mismo siendo consciente de las virtudes, así como de los defectos. Esto es algo que se consigue a base de trabajo, porque los pensamientos positivos son los que te ayudan a quererte. A valorar todo lo que eres y todo lo que tienes que aportar al resto del mundo. Porque si dejas de quererte, si tú mismo te castigas con pensamientos negativos hacia tu persona, dejas de ver todo lo bueno que hay en ti y por ende, dejas de reclamar que las otras personas te valoren como te mereces.

En ningún caso, el amor propio depende de tu relación con las personas que te rodean. Quererte y valorarte, saber reconocer toda tu valía y todo lo que puedes aportar a otras personas, eso es el amor propio. Por ello, es muy importante que los niños aprendan este valor desde muy pequeños. Porque de esta forma, podrán darse a valer, podrán eliminar de su vida a las personas que no les tratan como se merecen. Y con ello, podrán vivir una vida plena, no solo aceptándose a sí mismos, sino también a los demás.

Pautas para enseñar a los niños a tener amor propio

Tener amor propio también consiste en en ser solidarios, en tener empatía con los demás y la capacidad de escuchar a los demás. Porque el valor hacia uno mismo, no significa dejar de valorar a los demás. Por ello, es muy importante enseñar a los hijos a tener amor propio sin caer en el egoísmo. Estas son algunas pautas para comenzar, pero recuerda, la autoaceptación, la autoestima y amor propio, son valores que se deben trabajar con mimo durante toda la vida.

  • Aceptar las críticas: El amor propio se consigue a base de trabajar en uno mismo y en mejorar en aquellos aspectos en los que se flojea. Para ello, es necesario saber escuchar a los demás, aceptar las críticas para poder mejorar.
  • Tener empatía: Para ponerse en el lugar de los demás, porque pensar en uno mismo en primer lugar, no significa dejar de pensar en los demás.
  • Ser solidario y generoso: Los niños deben aprender a ser generosos sin esperar un reconocimiento a cambio, es decir, ser solidarios. Lo contrario sería egoísmo, por lo qué, compartir la merienda con otros niños o los juguetes con los hermanos, debe ser siempre un acto de generosidad, sin esperar una recompensa a cambio.
  • Saber perdonarse: Tener amor propio también depende de aceptar los errores y permitirse fallar, porque solo así, podrán aprender a perdonarse y por ende, perdonar a los demás.
  • Tener amor propio no significa ser siempre el mejor: esto es algo muy importante que se debe inculcar a los niños, no es lo mismo buscar la mejor versión de ti mismo que el buscar siempre ser el mejor entre todos los demás.

Con una autoestima fuerte y unos valores bien inculcados, los niños serán capaces de valorarse, amarse y respetarse y lo que es más importante, darse a valorar hacia los demás.


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