Reconocer cómo es el flujo antes de la regla es algo bastante sencillo para algunas mujeres. Pero para otras, se vuelve algo complicado esto de reconocer qué momento del período se está atravesando. Las mujeres regulares presentan un ciclo menstrual bastante exacto mes a mes a través del cual es posible reconocer los momentos más y menos fértiles.
Si estáis pensando en buscar un embarazo, es bueno investigar en las características de la regla para así reconocer cuáles son los días más fértiles y cuales los menos fértiles. Esta información también puede ser útil si lo que quieres es evitar un embarazo. Si bien siempre es recomendable utilizar un método anticonceptivo eficaz, el conocer los períodos menos fértiles del ciclo menstrual puede ser útil para tener más garantías.
Cambios en el flujo
Una de las mejores formas para controlar los períodos de mayor fertilidad de una mujer es a través del flujo. También llamada secreción vaginal, no es otra cosa que el fluido que produce toda mujer en edad fértil. Las secreciones abarcan no sólo el fluido menstrual sino cualquier otro que se produzca a lo largo del ciclo menstrual.
Por cierto, los diferentes tipos de flujos son los que permiten diferenciar el momento del ciclo menstrual en el que se está. Por otra parte, el fluido abarca también la lubricación vaginal así como el flujo de excitación. Sin embargo, hablamos aquí del flujo propio del ciclo menstrual. ¿Cómo es el flujo antes de la regla? ¿Es igual que en otros momentos del período?
El fluido de una mujer es producido por las células del cuello uterino. Cambia a lo largo del mes y puede ser más seco o más húmedo, más o menos elástico, más liviano o bien más denso. Su reconocimiento te permitirá reconocer los cambios hormonales que se suceden a lo largo del mes. Por ejemplo, si quieres saber cuándo es el momento exacto de la próxima regla, tan sólo debes reconocer cómo es el flujo antes de la regla. Lo mismo si deseas saber cuál es la semana de ovulación.
Observar antes de la regla
Es común que las mujeres tengan una serie de patrones que se repiten a lo largo del mes y que da lugar a una curva en el fluido cervical que es idéntica mes a mes. Así, al finalizar la menstruación, el flujo es nulo o escaso y comienza a crecer a medida que nos acercamos a la ovulación, siendo éste el punto máximo de fluido. Luego la curva comienza a descender nuevamente hasta desencadenar la siguiente regla.
Justo antes de la menstruación, ocurre la llamada Fase Lútea, que comienza cuando termina la ovulación y antes de la siguiente regla. La misma se distingue por un flujo cervical más fibroso, que dificulta que los espermatozoides puedan atravesarlo y llegar al óvulo. La fase lútea comienza uno o dos días luego de la ovulación y se caracteriza también por una disminución de líquido o fluido.
En esta etapa, la progesterona inhibe la secreción de flujo de las células del cuello uterino. El fluido que aparece es cada vez más escaso y puede ser seco o bien algo viscoso. Lo que sí ocurre siempre es que cada vez es menor hasta que finalmente desaparece, justo antes de la regla. Por el contrario, durante la ovulación, se produce la mayor secreción uterina. Esto sucede debido al cambio hormonal que favorece una mayor producción de fluido por parte de las células cervicales, para así ayudar a los espermatozoides a llegar hasta el óvulo.
En la ovulación, el flujo es abundante y resbaladizo, muchos lo asocian con la textura de la clara de huevo. Se vuelve transparente y es común sentir la vagina húmeda. El flujo de la ovulación no sólo es muy abundante sino que es resbaladizo y elástico, es el momento en que los estrógenos alcanzan su punto más alto. A diferencia del flujo antes de la regla, que es escaso y seco, en la ovulación el flujo es muy abundante, está compuesto un 95% de agua y el resto de sólidos (electrolitos, compuestos orgánicos y proteínas solubles)-