La curiosidad en los niños es el deseo de saber, descubrir y averiguar alguna cosa. Este interés por descubrir el mundo que lo rodea será la mejor herramienta para su evolución, avanzan en su pensamiento científico. Es algo innato porque sirve como defensa para desenvolverse en todos los aspectos, pero hay niños en los que esta cualidad puede llegar a estar baja.
La poca curiosidad en los niños puede limitar su desarrollo a modo social y personal. Los niños pueden demostrar poco interés por hacer amigos, se interesan poco por las circunstancias que los rodea, no tienen curiosidad por leer un libro y en el colegio a un profesor le puede costar mucho más enseñarlo. Hay que aumentar su inspiración y motivarlo con naturalidad para que sienta admiración por las cosas.
Beneficios de la curiosidad en los niños
Muchos niños cuando comienzan a hablar ya comienzan a sentir curiosidad, es a partir de ahora cuando aparece una lluvia incesante de preguntas y de ojos curiosos. Saber que sienten eso les puede reportar grandes beneficios:
- Aumenta su método de aprendizaje, ya que hará que aprenda mucho más rápido.
- Desarrolla su memoria, la atención y hace que cualquier disciplina se haga más amena.
- Protege su cerebro y eso hará que afronte mucho mejor los problemas.
- Les ayuda a crecer con mayor armonía ya que comprenderán mucho mejor el mundo que los rodea, es un buen benefactor para relacionarse con los demás.
Cómo estimular la curiosidad
Enseñar a estimular la curiosidad de un niño dependerá mucho de sus progenitores, es de vital importancia encender esa mecha y dar un pequeño ejemplo de lo que significa. Puedes llegar a explicarlos todos los beneficios que reporta:
- Deja que observen todo lo que les rodea, que despierten su instinto por curiosear. El uso excesivo de mucha tecnología les puede limitar para descubrir su mundo natural y aunque parezca increíble es bueno que sientan momentos de aburrimiento.
- Haz que aparezca la intriga. Si el niño está interesado por algún tema en concreto puedes hacer que se encienda esta curiosidad, haz que la información no sea del todo completa así se despertará esta cualidad.
- Deja que hagan las cosas por sí mismos, no les ayudes. Es de vital importancia que descubran y experimenten ya que les hace crecer su autonomía.
- Anímalos a que se potencien su interés. Si sienten que algo les puede entusiasmar, nunca les hagas bajar sus expectativas Fomenta su interés y no trates de imponer tus gustos por encima de los suyos. Intenta no usar frases como “ahora no quiero que hagas…”, “ahora no puedes…”, “deja ya de…”. Lo importante es que si ya sentía interés no arrebatárselo.
- Enséñales a que pueden desarrollar su curiosidad utilizando algunos medios. Para los niños más mayores pueden aprender a usar internet e indagar en sus preguntas, en vez de preguntar tanto a sus padres, eso los hará mucho más autónomos.
- Invítales a tener comunicación. Siéntete receptivo a cualquier pregunta y haz que se sientan cómodos cuando tienen que cuestionar algo. Pueden surgir los típicos comentarios como “deja ya de preguntar”, “ahora no es un buen momento” o “ya lo sabrás cuando seas más mayor”. Hay que intentar que la actitud de diálogo con ellos se haga ver porque sin no la hay eso puede limitar sus inquietudes.
- Es de vital importancia que la actitud de los padres recalquen sobre su curiosidad. Quizás el miedo es la principal fuente de no despertar una gran curiosidad. No les pongan ningún límite con respuestas exigentes, como algún tipo de desaprobación. Intenta que se sienta acompañado cada vez que necesite respuestas ya que esto les dará mucha más seguridad.