Cómo evitar los ahogamientos de los niños en las piscinas

Niño en la piscina

Ahora que ha empezado el verano las piscinas son el lugar ideal para refrescarse y divertirse. Cuando vamos con niños  hay que extremar las precauciones para evitar sustos y ahogamientos en la piscina.

Según la OMS los ahogamientos en la piscina son una de las principales causas de muerte entre los más pequeños, especialmente en las piscinas particulares. Hay que tener en cuenta que un niño de entre uno y cuatro años puede ahogarse en apenas 30 segundos.

Habitualmente cuando un niño se está ahogando no grita ni llora. No suele pedir ayuda porque se centra en poder respirar. Suele mover los brazos y echar la cabeza hacia atrás intentando sacar la nariz y la boca fuera del agua.  Este tipo de movimientos se pueden confundir con un juego o tipo de buceo.

Consejos prácticos para prevenir ahogamientos en la piscina

  • Hay que vigilar a los niños constantemente cuando están en el agua o cerca de ella.
  • Regla 10/20. Esta regla consiste en mirar a la piscina cada 10 segundos y comprobar que se puede llegar hasta donde está el niño en menos de 20 segundos.
  • No confunda los manguitos, churros, tablas y/o flotadores con salvavidas. Nunca deje a los niños con ellos sin supervisión adulta.
  • Mucha precaución con los baños justo después de comer. Los cambios bruscos de temperatura pueden provocar un corte de digestión. Se aconseja esperar unas dos horas desde la última comida antes del baño.
  • Si tiene una piscina particular es muy importante colocar cercas de 1,2 metros de altura a su alrededor para impedir el acceso de los pequeños cuando no hay vigilancia.
  • No subestimar el riesgo de las piscinas hinchables. Nunca debemos subestimar los riesgos de una superficie poco profunda. Treinta centímetros de agua son suficientes para provocar el ahogamiento de un niño
  • Es también muy importante enseñar a los niños a nadar con seguridad desde que son pequeños.

Qué hacer en caso de ahogamientos en la piscina

En caso de ahogamiento si estamos en una piscina pública, lo primero que debemos hacer es avisar al socorrista, en su defecto llamar al servicio de emergencias (112)

Si es posible sacar del agua a la víctima sin correr riesgos, se deben aplicar los primeros auxilios hasta que llegue la ayuda médica.

Nunca debemos intentar salvar a la otra persona sin estar seguros de nuestras posibilidades ya que sufrimos el riesgo de ahogarnos los dos.

Ahogamiento secundario

Si tu hijo sufre un ahogamiento aunque aparentemente se recupere y se quede todo en un susto, llévalo al pediatra. Podría sufrir lo que se conoce como ahogamiento secundario.

Cuando se produce un ahogamiento, una parte del agua que ha entrado en los pulmones puede estancarse provocando al cabo de unas horas (e incluso días) un edema pulmonar. Este edema causa una bajada de oxígeno en sangre que podría llegar a provocar incluso la muerte.

Además el cloro y los componentes químicos  del agua de las piscinas pueden irritar e inflamar los bronquios y los pulmones.



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