Cómo hablar con los niños sobre la pobreza

Niño sumido en la pobreza de su hogar completa un cuaderno de ejercicios.

La pobreza puede ser un tema complicado que puede deberse a una variedad de razones que son complicadas de entender por los niños pequeños. A pesar de los problemas relacionados con el hambre y la falta de vivencia que pueden ser complicados, es necesario hablar con los niños sobre la pobreza. Si eres padre o madre y te preocupas por poner cada día un plato caliente de comida en la mesa o por tener un lugar donde dormir… puede ser aún más complicado mantener esta conversación.

Pero sin una explicación clara, es posible que los niños no entiendan por qué algunos niños tienen comida gratis en la escuela, por qué otros tienen tantas cosas y otros nada o por qué hay personas sin casa que piden dinero o comida. Los niños pueden hacer suposiciones inexactas sobre las personas que viven por debajo del umbral de pobreza.

Por qué deberías hablar sobre la pobreza

En algún momento, tu hijo notará que algunas personas no tienen tanto dinero como otras, y es probable que tengas algunas preguntas al respecto. Muchos de esos niños tienen padres que trabajan, pero los bajos salarios y el trabajo inestable los dejan viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Es probable que algunos de los compañeros de clase de tu hijo tengan problemas con la alimentación o la falta de vivienda.

Buen uso del dinero

Quizá alguna vez le has dicho a tu hijo que se coma toda la comida porque hay niños pobres que no tienen nada para comer, pero eso para tu hijo es demasiado abstracto para su comprensión infantil. Hay muchas personas que luchan contra la pobreza mucho más cerca de casa. Hablar sobre situaciones de la vida real en tu comunidad puede ayudarte a comprender mejor qué es la pobreza.

Los niños que viven en la pobreza pueden experimentar consecuencias de por vida. La pobreza afecta a las familias de las siguientes maneras:

  • Problemas educativos. Tienen más problemas para aprender o para continuar su educación.
  • Problemas de comportamiento. La pobreza afecta al desarrollo social y emocional de un niño. Los niños que crecen en la pobreza pueden tener más problemas de comportamiento.
  • Problemas de salud física. La pobreza infantil está vinculada a tasas más altas de obesidad, problemas de desarrollo del lenguaje o un mayor riesgo de lesiones.
  • Problemas de salud mental. El estrés tóxico asociado a la pobreza aumenta el riesgo de trastornos psiquiátricos.
  • Reducción del bienestar general. Los estudios demuestran que la pobreza es la mayor amenaza para el bienestar de los niños y que puede tener consecuencias para toda la vida.

Hablar sobre la pobreza con los niños puede ser una oportunidad para educar a tu hijo, así como un momento para fomentar la compasión por los demás. Cuando tu hijo comprende un poco más acerca de por qué algunas personas viven de manera diferente, es posible que sienta más empatía por las personas que viven en la pobreza.

cosas para pensar antes de tener un bebé

Busca oportunidades para abordar el tema

En lugar de sacar el tema de la pobreza de la nada, busca oportunidades para mencionarlo de manera natural. Será entonces cuando puedas hablar de ello de forma más concreta.  Por ejemplo cuando hayan campañas de recogida de alimentos en la escuela, habla con tu hijo sobre por qué está donando productos. O cuando haya una campaña de regalos durante las vacaciones, explica que algunas familias pueden no tener suficiente dinero para comprar regalos.

Las preguntas difíciles

Es necesario estar preparado para las preguntas difíciles. En algún momento, tu hijo notará que sus compañeros o personas de la comunidad viven en la pobreza. Tienes que estar preparado para preguntas tales como:


  • ¿Por qué Juan lleva la misma ropa todos los días en la escuela?
  • ¿Por qué esa persona pide comida fuera del supermercado?
  • ¿Por qué hay personas que piden dinero en las calles?
  • ¿Por qué Pedro dice que le dan comida gratis?

Cuando tu hijo hace preguntas, será una señal de que está listo para recibir este tipo de información, por lo que deberás darles las respuestas apropiadas para su edad.

Explicaciones simples a los niños de Primaria

Los niños no entienden sobre el dinero o la economía. Un comercial sobre el hambre infantil puede generar preguntas inocentes como: «¿Por qué tus padres no van al supermercado y les compran más comida?”

Entre los 5 y los 8 años, los niños están listos para aprender explicaciones simples sobre la pobreza. Puedes decir algo como: «Algunas personas no pueden ganar suficiente dinero para comprar alimentos o una casa para vivir”. A esta edad, no necesitas dar explicaciones extensas sobre los factores que pueden impedir que alguien gane un salario digno. Las conversaciones sobre discapacidades, abuso de sustancias y una economía pobre pueden esperar hasta la adolescencia.

Explicaciones en preadolescentes y adolescencia

Los preadolescentes y adolescentes tienen la capacidad de comenzar a entender algunas de las razones por las que existe la pobreza. Puedes hablar sobre los factores que contribuyen a la pobreza, tales como:

  • La brecha de ingresos entre ricos y pobres
  • Falta de empleos que paguen salarios adecuados
  • Falta de educación
  • Altos costes de asistencia sanitaria y puericultura
  • Abusos de sustancias y enfermedad mental
  • Discapacidades
  • Divorcio
  • Pobreza generacional

Además de hablar sobre las causas de la pobreza, es necesario discutir los efectos de la misma. Debes ofrecer una explicación simple de los servicios gubernamentales y los recursos establecidos para ayudar a las personas, pero también hable sobre lo difícil que puede ser para las personas salir de la pobreza.

Presta atención a los mensajes que envías

Las cosas que haces, como las que no haces envían mensajes a tu hijo sobre las personas que viven en la pobreza. Por ejemplo, si pasa frente a un mendigo sin hacer contacto visual, tu hijo puede asumir que las personas sin hogar están debajo de ti, por lo que es importante explicar por qué no da dinero a extraños en la calle.

Puedes decir algo como: “No le doy dinero a la gente porque no estoy seguro de cómo lo gastarán. Pero podría comprarles algo de comidas si veo que realmente lo necesitan”. O bien, explica que donas dinero a programas que ayudan a las personas sin hogar a tener comida para comer y un refugio para quedarse. También es importante evitar enviar un mensaje que implique que el trabajo duro siempre previene la pobreza. Si dices cosas como: «Trabajo duro para que podamos vivir en una casa bonita», tu hijo puede pensar que las personas que viven en la pobreza son personas vagas que no quieren trabajar.


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