Cómo hacer que los hijos sean seguros de sí mismos

hermanos sonriendo

Una de las grandes preocupaciones de todo padre y madre es que sus hijos crezcan con una buena autoestima. Hacer que los hijos sean seguros de sí mismos es complicado. Muchos padres optan por la celebración excesiva, es decir, celebrar cualquier cosa que haga el hijo o la hija. Esto, más que darles confianza puede provocar el efecto contrario.

Elogiar cada cosa que hace tu hijo o hija no es la mejor manera de fortalecer su autoestima. Ante todo hay que ayudarles a ser competentes en el mundo. Para ello, hay que dejar que los niños se arriesguen, tomen decisiones y resuelvan problemas por sí mismos. Veamos algunos consejos para que los niños crezcan seguros de sí mismos.

Qué hacer para que los hijos sean seguros de sí mismos

Para ayudar a los niños a crecer seguros de sí mismos, podemos tener en cuenta esta pequeña lista para ayudar a su autoestima sin que se conviertan en niños mimados:

  • Sentirse especial. Es importante ayudar a los niños a descubrir sus propios talentos y cualidades, y especialmente a que las valore. Esto significa que hay que enseñarles a sentirse especiales por sus cualidades, pero no por ello a sentirse mejor o superiores a los demás.
  • Fijar metas. También es importante enseñar a los niños a trabajar hacia metas concretas y realizables, y a sentirse orgullosos cuando las alcancen.
  • No rendirse. No siempre van a conseguir sus objetivos, por ello es importante animarles a seguir intentándolo hasta que lo consigan, a ser perseverantes. Si no consiguen sus metas de una manera, lo conseguirán de otra si no se rinden. Así también aprenderán a lidiar con el sentimiento de la frustración, y el de superación de obstáculos.

Siguiendo esta lista, veamos algunos consejos para que los niños crezcan seguros de sí mismos.

Elogiar demasiado a los niños hace más daño que bien

Elogiar a los niños por cualquier cosa que hacen, no es lo más recomendable. Esto es así porque, involuntariamente, les estamos bajando el listón, es decir, le mandamos el mensaje de que no necesita esforzarse porque todo lo que hace lo hace bien. Pero la confianza proviene de hacer, de intentar, de fallar y de volver a intentar, es decir, de la práctica. 

Además, decirle constantemente que es el mejor, el más inteligente, el más guapo, el más… todo, lo está preparando para una sorpresa desagradable en el futuro. Así el niño se convierte en un ególatra que piensa que todo lo que hace es lo mejor, y cuando descubra que no es así puede provocarle grandes problemas de autoestima.

Elogiarles en exceso puede hacerles pensar que son perfectos, o que tienen que ser perfectos siempre, algo imposible. Cuando se elogia a un niño aunque haga algo mal, el niño sabe que lo está haciendo mal pero que aún así recibe aplausos, y esto le confunde. De esta manera aprende a no confiar en sus instintos, y que los elogios no son más que mentiras.

Sin embargo, el elogio bien utilizado es un pilar importante de la autoestima. Es decir, no hay que elogiar cualquier cosa que haga el niño. Si tus hijos se esfuerzan por conseguir algo, entonces elogiarles es algo normal porque se lo habrán ganado. Esto fortalecerá su autoestima mucho más que los elogios constantes.

niña feliz subida en árbol

Deja que tus hijos tomen decisiones para que sean seguros de sí mismos

No hay que salvar a los hijos de todas las situaciones arriesgadas a las que se enfrenten. Los niños tienen que tomar decisiones ellos mismos, y aprender a responsabilizarse por ellas. Si los padres se responsabilizan siempre por sus malas decisiones, entonces no aprenden y no les importará tomar riesgos pensando que sus padres van a estar ahí para solucionar sus problemas.


Por ejemplo, si tu hijo pequeño quiere agua y coge una jarra o botella para ponerse un vaso, pero es demasiado grande y pesada para él, lo normal es que la vierta y lo llene todo de agua. En esta situación muchos padres correrían a coger la botella o jarra para evitar el desastre. Pero si el niño vierte el agua, y después limpia el desastre que ha creado por su mala decisión, aprenderá que cuando no pueda hacer algo, puede pedir ayuda a personas más mayores.

Anima a tus hijos a completar tareas para que sean seguros de sí mismos

Para desarrollar su autoestima, los niños necesitan tener oportunidades para demostrar su competencia y sentir que su ayuda es valiosa. Cosas simples como arreglar su cuarto, hacer la cama, poner la mesa, etc. son tareas sencillas de las que se pueden encargar y sentirse útiles. Así también, en momentos concretos, se les puede pedir ayuda al hacer la comida o ir a comprar el pan, y agradecérselo para que sepan que han sido de mucha ayuda.

Animarles a asumir tareas en las que muestran interés y asegurarse de que las completan es otra manera de potenciar su autoestima. Por ejemplo, si se les da bien los deportes, animarles a mejorar su rendimiento, a pasarse un videojuego, o a dibujar algo que les guste. El objetivo en este caso es que empiecen algo que les guste y no lo dejen a medias, para que sientan la satisfacción de alcanzar un objetivo.

Qué hacer cuando los niños fracasan

Cuando la autoestima de los hijos se desploma por no conseguir aquello que intentan, los padres se asustan. Es lógico preocuparse pensando que van a perder la seguridad en sí mismos, pero en realidad es una oportunidad para los niños para ayudar a desarrollarla. Por ello, no hay que alarmarse cuando esto sucede, es mejor poner en practica los siguientes consejos.

Deja claro que tu amor es incondicional

Haz entender a tu hijo que fracasar o equivocarse no le resta valor, y que nos pasa a todos. Puede que piense que al fracasar en algo defrauda a sus seres queridos, especialmente si piensa que tienen muchas expectativas en sus logros. Esto hará que pierda la fe en su valía, de ahí que sea importante quitar valor al fracaso que siente. La tarea es hacerle ver que ha hecho lo que ha podido, y que seguramente a la próxima los resultados serán mucho mejores, porque ha aprendido de sus errores.

Es importante que el niño vea que más que el resultado, lo importante es el trabajo que ha hecho para intentar conseguir su objetivo, y todo lo que ha aprendido, Y por ello, sus padres están orgullosos de su esfuerzo. Esto, que con toda probabilidad será verdad, hará que el niño vea reforzada la confianza en sí mismo, y encuentre fuerzas para seguir intentándolo hasta conseguir su objetivo.

Hermanos felices en camino

Asegúrate de que las metas de tus hijos son realistas

A veces, los niños se marcan unas metas poco realistas y esto hace que su nivel de frustración se eleve alarmantemente. De ahí la importancia de que los padres se interesen por aquello que sus hijos quieren conseguir. Sentirse arropados y guiados por los padres hará que su confianza sea fuerte. Aunque los niños se responsabilicen de sus decisiones, tengan éxito o no, y durante todo el camino a la realización de sus metas, sus padres siempre están ahí.

Sentir el apoyo de sus padres hará que su seguridad en sí mismos se fortalezca. Por eso, tu guía es importante. Si ves que tus hijos tienen metas poco realistas, anímales a pensar que antes de conseguir eso que desean, pueden conseguir pequeños logros en el camino, que los acerquen a eso que tanto quieren.


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