Conseguir que los niños coman fruta es esencial, puesto que se trata de un grupo de alimentos que contiene nutrientes muy importantes para su desarrollo que no se pueden encontrar en otros alimentos. El problema es que a menudo los niños rechazan las frutas y las verduras y conseguir que los coman se convierte en una batalla cada día.
Para ayudarte en este proceso y conseguir que los niños se alimenten bien, comiendo frutas y todo tipo de alimentos, te dejamos con estos consejos. Aunque están enfocados a la fruta, puedes trasladarlos a cualquier otro tipo de alimento que los niños puedan rechazar. Porque la mejor manera de asegurarte que tus hijos están bien nutridos, es con una dieta variada y equilibrada.
¿Por qué son tan importantes las frutas?
Cada alimento tiene una serie de nutrientes que de una u otra manera son necesarios para el cuerpo. En el caso de las frutas, estos nutrientes son la fibra, los antioxidantes, las vitaminas, especialmente la C que se encuentra básicamente en frutas y verduras. Además, las frutas apenas contienen grasas, son saciantes, hidratantes y perfectas para tomar en cualquier momento.
Trucos para hacer que los niños coman fruta
¿Por qué rechazan los niños las frutas? Principalmente porque los niños son reacios a probar alimentos nuevos. Aunque las frutas son en gran medida alimentos atractivos, por su colorido, porque tienen buen aspecto y porque son muy variados, para muchos niños es algo poco apetecible. Incluso, es probable que se trate del sabor, porque en muchos casos la fruta puede ser ácida y es algo a lo que hay que acostumbrarse.
Para que tus hijos se sientan más atraídos por las frutas, puedes probar con alguno de estos trucos. Cosas muy sencillas pero que pueden marcar la diferencia, como pelar la fruta antes de servirla, cortarla de formas divertidas o sencillamente convertirlo en un juego en el que obtengan una recompensa.
Un juego
A todos los niños les encantan los juegos, son divertidos, suponen retos y les permiten desarrollar su imaginación. La fruta puede ser un elemento ideal para crear un juego, con el que los niños además de divertirse, ganen un premio y sin darse cuenta se familiaricen con los sabores y texturas de las frutas. Por ejemplo, un juego de adivinar qué alimento es.
Tapa los ojos de los niños y siéntales frente a una mesa. Prepara varios alimentos, gominolas, grajeas de chocolate, magdalenas y diferentes tipos de fruta. El juego es tan sencillo como probar el alimento con los ojos cerrados y tratar de adivinar qué es antes que nadie. El ganador tendrá un premio, algo pequeño y con poco significado pero que le guste al niños.
El zumo más rico
Para crear un sabor delicioso es necesario probar distintas combinaciones. Preparara una competición que consista en mezclar diferentes frutas para preparar el zumo con el sabor más rico. Además de aprender algunos trucos de cocina, los niños podrán tocar las frutas, probarlas de una forma lúdica, sin pensar que están tomando algo sano. Poco a poco se irán familiarizando con el sabor y pronto podrán comer fruta sin necesidad de jugar o hacer zumos.
Poco a poco, con paciencia y sin obligación
No conviertas la comida en una obligación, una especie de castigo para los niños. Lo que los niños necesitan es paciencia, imaginación y creatividad, probar la comida poco a poco y habituarse a comer de todo sin que ello suponga un desafío. La mejor manera de ayudar a los niños es dejarles elegir en ciertos momentos qué quieren comer, anímalos sin forzarlos.
Deja que experimenten con las frutas, que aprendan de dónde vienen, qué pueden hacer con esas frutas para transformarlas en otros ricos platos. Incluso, puedes enseñarles todo tipo de información sobre plantación y recolección de las frutas. Porque a menudo se da por hecho que los niños saben de donde vienen los alimentos y hasta que alguien no se lo enseña es algo que desconocen. Con paciencia y amor, tus hijos aprenderán a disfrutar de todos los beneficios de la fruta.