Es posible que tu hijo vuelva a casa de la escuela y le falten cosas, como lápices por ejemplo. O que no tenga problemas en tirar su almuerzo a la basura sin probarlo, o que rompa sus juguetes u otras pertenencias sin remordimientos. Si alguna de estas cosas sucede, o todas, entonces es muy probable que tu hijo o hija no conozca el valor de las cosas. Esto se debe a que no conoce el valor del dinero porque consigue lo que quiere, y da las cosas por sentado. Por tanto, para hacer que los niños valoren las cosas hay que hacerles entender esto.
Evidentemente, los niños no saben de dinero ya que para ellos no tiene ningún sentido. Sin embargo, pueden aprender más fácilmente que el tiempo tiene su valor. Ofrecerles algo que desean a cambio de una tarea sencilla, como por ejemplo, recoger los juguetes de su cuarto, puede ayudarles a comprender la conexión. Esta conexión puede ser un buen comienzo para hacer que los niños valoren mejor las cosas.
Estrategias para que los niños valoren las cosas
Hacer comprender a los niños que todo tiene su valor, puede ser complicado. Pese a todo, hay estrategias que podemos utilizar para que comiencen a comprenderlo.
Paga en efectivo siempre que sea posible
Hoy en día es cada vez más difícil encontrar a alguien que lleve dinero en metálico. Si tu hijo o hija te acompaña a hacer la compra, es bueno que vea que para obtener bienes se necesita dinero. Pagar en efectivo hará que asocie “las cosas” con el dinero, ya que sin este no sería posible conseguir lo que se anda buscando.
Ver el intercambio real es una imagen inequívoca. Esto se ha perdido con el pago con tarjeta, en lo que cada vez se tiene menos consciencia de que el dinero es “real”. Si tus hijos te ven dar dinero a otras personas para poder llevarte lo que quieres adquirir, hará que se asocien los dos conceptos de dinero y bienes. Comprenderán mejor el objetivo del comercio y empezarán a cuidar sus cosas mejor sabiendo que cuesta conseguirlas.
Enseñarles a ahorrar para que valoren las cosas
Es habitual que los niños cuando entran una tienda quieran llevárselo todo, como cuando ven el catálogo de juguetes de Navidad. Si esto sucede es evidente que no relacionan los objetos con un valor concreto. Por ello, puede ser una buena idea regalarles una hucha. Explicándoles para qué sirve y cuál es su objetivo, empezarán a pensar en concepto de dinero, y de comprar.
Una vez tengan la hucha pueden marcarse el objetivo de obtener algo que deseen, un juguete que quieran, por ejemplo. Realizando pequeñas tareas y obteniendo una pequeña paga por ello empezarán a entender lo que cuesta conseguir lo que se desea. A partir de ese momento, en vez de pedir, pueden comenzar a ahorrar cada vez que deseen algo mucho y no quieran esperar a su cumpleaños, o a navidad para pedirlo a terceros.
No construyas una burbuja para ellos
Es inevitable querer que los hijos crezcan en un ambiente de seguridad y con la mayor felicidad posible. Pero si en el hogar hay apuros económicos, no es buena idea excluir a los hijos. Está bien y es justo para ellos saber la situación económica familiar. Siempre es mejor ser realista que establecer o alimentar falsas expectativas. Dar una educación responsable en cuanto a economía es muy importante para los niños.
De esta manera, se sentirán más integrados en la unidad familiar, una familia en la que se ayudan unos a otros para mantener un equilibrio, también económico. Si saben que hay problemas económicos, es más fácil que se conciencien de que no es buena idea pedir cosas que realmente no necesitan. Además, cuando sean más mayores y tengan edad para trabajar, tendrán más iniciativa para conseguir algún trabajo y así ayudar en casa.
Vacaciones en familia para que los niños valoren las cosas
Planificar unas vacaciones es complicado, y costoso. Establecer un presupuesto y buscar un destino viable con los hijos puede ser una divertida aventura. Probablemente, con el presupuesto piensen que sois ricos y que podéis dar la vuelta al mundo, pero una vez se empiece a pensar en los gastos de hoteles, transporte, comida, etc., comprenderán que el dinero no sólo es difícil de conseguir, sino que además, se gasta con mucha facilidad.
Hacer donaciones o actividades de voluntariado
Lo que más suele impactar a los más pequeños es saber que no todas las personas viven su misma realidad. Enfrentarse con la realidad de personas más desfavorecidas sin duda hará que valoren todo aquello que tienen. Participar en voluntariados en familia, o donar dinero o alimentos a asociaciones de la misma ciudad, hará que los niños comprendan lo afortunados que son al tener la vida que tienen y cuidarán mucho mejor de sus pertenencias.