La Navidad no es lo mismo cuando falta alguien importante, y cuando se nota con especial intensidad es en las cenas especiales o en la comida de Navidad. Los seres queridos son los que hacen que las fiestas sean especiales, y cuando van faltando, es inevitable sentirse triste en estos días tan señalados. Sin embargo, cuando hay niños es fundamental intentar que las navidades sean bonitas, porque la infancia debe ser lo más bonita y agradable posible.
Por ello, si durante estas comidas navideñas sientes el dolor de haber perdido a algún ser querido, recuerda que debes hacer un ejercicio de valentía para llevarlo lo mejor posible. Porque aunque ya no estén en tu vida, siempre estarán en tu recuerdo y en tu memoria. La comida de Navidad puede ser el lugar idóneo para hacer un recuerdo por esas personas que ya no están, pero que alguna vez presidieron esa mesa.
¿Cómo honrar a los que ya no están?
Lo normal es evitar hablar de esas personas que ya no están, para evitar sufrir al recordarlas. Pero no mencionarlas, solo hace que tu nudo de la garganta sea aún más doloroso. En lugar de evitar hablar de los que ya no están, propón a tus invitados que cada uno hable de lo que más le gustaba de esa persona. Contad momentos vividos junto a ellos, anécdotas divertidas que os ayuden a vivir este momento de una forma más agradable.
Porque incluso con el paso de los años, las ausencias en la comida de Navidad son notables y dolorosas. Las pérdidas de los familiares son inevitables, igual que lo es sufrir y llorar por los que ya no están entre nosotros. Por ello, en lugar de dejar de hablar de los que se fueron, tenedlos presente en vuestras conversaciones navideñas. De esta forma, siempre ocuparán un lugar especial en la mesa de Navidad. Porque las personas que una vez llenaron nuestra vida, nunca se marchan, por ello se merecen un bonito homenaje en forma de recordatorio familiar.