El verano ya está a la vuelta de la esquina y las altas temperaturas y el calor harán acto de presencia durante varios meses. En el caso de los más pequeños, hay que tener mucho cuidado durante esta época del año ya que los rayos solares son muy peligrosos y pueden provocar serios problemas en la piel.
Los padres deben estar muy pendientes de los niños sobretodo en lo que se refiere a su hidratación. Aunque es algo que es importante durante todo el año, con la llegada del calor la importancia es mucho mayor.
La hidratación de los niños en verano
En el caso de que el bebé tenga menos de 6 meses de edad, se mantiene perfectamente hidratado con leche ya sea materna o de fórmula. Durante los meses de verano es aconsejable el ofrecerle más cantidad de leche para que no tenga problemas de deshidratación. No es bueno para nada el ofrecerle agua ya que se llenará su estómago rápidamente y no estará tomando los nutrientes presentes en la leche. La misma tiene la cantidad de agua suficiente para que su organismo esté perfectamente hidratado.
A partir de los 6 meses de edad, el pequeño ya va comiendo algo más que la leche por lo que es esencial que empiece a tomar agua. Al comer alimentos sólidos, el bebé necesita agua para conseguir que la digestión sea lo mejor posible. Uno de los síntomas más claros de la falta de agua del bebé es el estreñimiento. El agua es clave en esta época para que el bebé pueda expulsar sin problemas al exterior las heces propias de la alimentación.
Al principio puede resultar algo complicado que tome algo de agua pero si se la ofreces en el biberón, poco a poco la irá tomando sin problemas. Recuerda que durante la época del verano es esencial que el bebé tome el agua suficiente para que se mantenga perfectamente hidratado y sin problema alguno de salud.
La hidratación no es solo agua
Mucha gente piensa de una manera errónea que la hidratación del cuerpo solo se produce mediante la ingesta de agua. Son muchos los alimentos ricos en agua que puedes dar a tus hijos y tenerlos bien hidratados durante los meses de verano. De esta manera hay una serie de frutas bastante ricas en agua que pueden comer tus hijos. Durante el verano es aconsejable tomar la sandía, el melón, la naranja o la manzana. Todas ellas son perfectas a la hora de mantener hidratado a los pequeños además de aportar una buena cantidad de nutrientes. Además de ello y debido al calor, apetecen mucho comerlas.
Además de la fruta hay una serie de verduras que también son ricas en agua y que puedes incorporar a la dieta del pequeño. Verduras como el pepino o el tomate son ideales para comer durante los meses de tanto calor. No hay nada más refrescante que el tomar una buena ensalada a base de pepino y tomate para calmar el calor.
Aparte de la alimentación sólida que puede ser perfecta para conseguir que los niños estén bien hidratados, los batidos y los zumos naturales también son buenos a la hora de combatir las altas temperaturas y conseguir que se hidraten correctamente. En el caso de los zumos, no hay que abusar demasiado de los mismos ya que aunque sean naturales contienen bastante cantidad de azúcar. A la hora de beber, el agua sigue siendo la mejor opción para saciar la sed y mantener al cuerpo bien hidratado.
En definitiva, durante el verano las temperaturas son bastante altas y los niños sudan mucho más de lo normal. Es por ello que los padres deben estar atentos en todo momento y observar que sus hijos se mantienen perfectamente hidratados. Es aconsejable que beban agua de manera constante, sobretodo si están jugando y sudan en exceso. No olvides tampoco el seguir una alimentación rica en agua además de sana y equilibrada.