Cuando una pareja está buscando un hijo y no lo consigue puede llegar la ansiedad y el desánimo. Pero en estos momentos en lugar de buscar problemas es necesario focalizarse en encontrar soluciones para conseguir el tan ansiado embarazo. Para esas parejas que tienen problemas de fertilidad masculina os deja este post donde tenéis mucha información interesante para mejorar el reconteo de espermatoides que os puede ayudar.
Pruebas de fertilidad
Pasado un tiempo prudencial (que suele ser de un año o más de búsqueda sin éxito) se comienzan a realizar las primeras pruebas de fertilidad para ver si existe un problema físico que dificulte la labor en alguno de los miembros o en ambos.
En las mujeres se realiza primeramente una prueba hormonal, de ciertas hormonas relacionadas con la ovulación y la menstruación para ver sus niveles. Las hormonas relacionadas son la progesterona, la hormona folículoestimulante (FSH), la prolactina y la hormona luteinizante.
En el hombre se realiza la prueba de seminograma, para analizar la cantidad, movilidad y calidad de los espermatozoides. Lo normal está alrededor de los 15 millones de espermatozoides. En el caso de ausencia completa de espermatozoides se le llama azoospermia, que puede ser debido a una obstrucción que puede operarse. Y luego hay un porcentaje de hombres que están por debajo de esos 15 millones.
¿Puede ser causa de infertilidad el bajo reconteo de espermatozoides?
Si en el reconteo de espermatozoides el número es inferior a 15 millones las posibilidades de conseguir un embarazo se reducen, aunque no es imposible. Muchos hombres que tienen hijos tienen un bajo reconteo y no lo saben, y otros que tienen un buen número de espermatozoides no son capaces de tener hijos. Es algo a tener en cuenta para saber la realidad y buscar opciones para mejorar la cantidad de espermas, pero no hay que desanimarse.
Según el caso, se harán más pruebas diagnósticas para analizar en concreto donde está el problema para poder atajarlo si es posible. Afortunadamente en la actualidad hay muchas técnicas y recursos para resolver problemas de fertilidad, que te explicará tu médico según vuestra situación.
Desde vuestra posición podéis cambiar hábitos para mejorar el reconteo de espermatozoides mientras a su vez seguimos el camino de la ciencia. Se ha comprobado que con una buena alimentación y hábitos de vida saludable se pueden mejorar los reconteos de espermatozoides. Veamos cuales son.
Cómo mejorar el reconteo de espermatozoides
- Ejercicio Físico. Se ha comprobado que hacer ejercicio por lo menos durante 30 minutos 3 veces a la semana aumentan el número de esperma. Un exceso de ejercicio podría causar el efecto contrario, así que hay que buscar el equilibrio.
- Llevar una alimentación equilibrada y sana. La alimentación es vital para la calidad del esperma. Se recomienda el ácido fólico (presente en legumbres, cereales integrales y algunas frutas), los antioxidantes, las vitaminas A, C, D, E y B12, calcio y zinc. Existen en el mercado complejos vitamínicos específicos para mejorar la fertilidad en los hombres. En la alimentación se debe aumentar el consumo de frutas, verduras y legumbres.
- levar ropa interior adecuada. La ropa interior muy ajustada puede aumentar la temperatura del escroto y disminuir la calidad del esperma. Lo recomendado es llevar ropa interior más holgada y a poder ser de algodón para permitir la transpiración.
- Control de peso. Un exceso de peso afecta negativamente en la producción de esperma. Con cambios en la alimentación y con ejercicio se puede controlar el peso.
- Disminuir el estrés. El estrés afecta de manera negativa en la calidad del esperma. Gracias a técnicas de relajación, actividades de ocio y la realización de ejercicio se puede llevar a raya el estrés para que no sea un factor de riesgo.
- Reduce el consumo de alcohol y tabaco. Estos hábitos reducen considerablemente la función espermática.
- Lleva un control médico. Aunque sigas estos consejos, no dejes de seguir el control médico.
Porque recuerda… no todo está en nuestra mano, pero hay cosas que si están bajo nuestro control. Ahí es donde debemos focalizarnos.