La adolescencia es una etapa complicada y de muchos cambios. Cambios hormonales, inestabilidad emocional, inseguridades, aislamiento, búsqueda de aprobación… puede llevarles a ponerse en situaciones peligrosas para ellos. Es una edad conflictiva donde los chicos y chicas son muy sensibles a la presión social para sentirse aceptados. Una de las barreras que pueden prevenir este tipo de problemas es trabajando la capacidad de la empatía en los adolescentes.
¿En qué consiste la empatía?
La empatía es una capacidad que tenemos los seres humanos para ponernos en la piel de otra persona para saber lo que puede estar pensando o sintiendo. Nos permite interpretar a los demás a través de su lenguaje verbal y no verbal (posturas, tono de voz, la expresión de su cara…) para saber cómo se sienten. Conseguimos comprender mejor a los demás, lo que mejora las relaciones sociales.
La empatía es una capacidad que tenemos todos, unos nacen ya con esta capacidad más desarrollada que otros. Lo importante es que se puede trabajarse para mejorar.
¿En qué puede ayudar la empatía en los adolescentes?
La falta de empatía puede verse cuando reaccionamos como si fuéramos el centro del universo. La atención está puesta solamente en nosotros y no nos damos cuenta del daño que causan nuestras palabras, o la decepción que causan nuestros gestos.
La empatía nos permite regular nuestras emociones, y no ser esclavo de nuestros arrebatos. La empatía nos une, nos acerca, nos conecta. Su falta nos aleja, pone muros y tira puentes. Nos permite tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran. Por esto es tan importante trabajar la empatía en los adolescentes. Es una habilidad que les facilitará la vida, se la hará más fácil y serán mucho más felices.
¿Cómo mejorar la empatía en los adolescentes?
A través de estas actividades podemos trabajar en grupos de adolescentes para fortalecer su empatía y trabajarla a fondo. Veamos cuales son:
- Roleplay. Se escoge una escena de una película, libro, serie… y se explica detalladamente lo sucedido. Se pide a los chicos y chicas que cierren los ojos por un momento y piensen que son ellos los actores principales. Que se pongan en la piel de los protagonistas y traten de explicar como se sentirían y cómo pensarían. Luego deberán explicarlo con sus palabras como se han sentido.
- Mimo. Cada participante escogerá una tarjeta donde estarán escritos unos sentimientos y pensamientos asociados a un suceso en particular. El participante en cuestión deberá mostrar a los demás a través de gestos y mímica lo que le ha tocado en la tarjeta y los otros participantes deberán averiguar de qué se trata.
- Me pongo en tu lugar. Cada uno escribe en unas tarjetas un conflicto que hayan tenido con alguien que pueda contarse y abajo poner su nombre para identificar al autor. Luego se estrega a cada uno una tarjeta de otro compañero al azar. Tendrán que leerla en privado, pueden preguntar más datos al autor para saber más del evento y luego explicarlo delante de todos como si fuera en primera persona.
- Escuchar para entender. En grupos de dos, uno de los participantes llevará unos casos para no escuchar lo que dice el compañero y así estar atento a su lenguaje no verbal. Mientras tanto, el compañero tendrá que contarle una historia real o inventada acerca de un evento explicándole como se sintió en ese momento. Al terminar el participante de los casos deberá interpretar los gestos de su compañero para ver diferentes emociones, que seguramente no vería si estuviera escuchando de verdad.
Además de estar actividades, el deporte y el teatro pueden ayudarles mucho para mejorar la empatía en los adolescentes.
Porque recuerda… la empatía es la capacidad de leer a los demás, es una gran inversión para su futuro.