Cómo preparar a un niño para someterse a una cirugía

Niño pequeño en una cama de hospital

Preparar psicológicamente a un niño que va a enfrentarse a una cirugía no es fácil, especialmente cuando son los propios padres los que normalmente, no se encuentran preparados para tal acontecimiento. En muchas ocasiones, los padres solemos ocultar a los niños todo aquello que pensamos que les puede hacer daño. Con intención de evitar que sufran de que no tengan que pasar por el estrés de ciertas situaciones difíciles.

No obstante, cuando un niño se va a someter a una cirugía, va a tener que vivir un proceso que puede causarle mucho estrés. Y el desconocimiento de todo esto, en lugar de ayudarle, fomentará la ansiedad por no saber a qué se está enfrentando ni lo que está por venir. Por lo tanto, es fundamental preparar al niño tanto para la operación, como para su hospitalización como para todo el proceso posterior.

¿Debo ser sincera con mi hijo?

Definitivamente si, independientemente de la edad que tenga tu hijo, va a tener que enfrentarse a un cambio importante en su rutina. Además, los niños suelen sentir aversión ante los hospitales, los centros médicos, los propios médicos y el personal sanitario. Esto es porque erróneamente, los hacemos pensar que los médicos le harán daño en lugar de hacerle entender que los médicos, están para curarle cuando está enfermo.

Por lo tanto, es fundamental que hables con tu hijo y le expliques con palabras que pueda entender, todo lo que está por venir. Incluso, tendrás que estar preparada para resolver todas aquellas dudas y preguntas que el niño pueda hacer. Los puntos básicos que debes tratar con tu hijo son los siguientes:

  • Qué es lo que le van a hacer y por qué. Explícale qué es lo que no está bien y que los médicos lo van a solucionar para que no le duela, se ponga bueno o lo que creas conveniente según el caso.
  • Cuáles van a ser los pasos a partir de ahora. Una vez que ingrese en el hospital le realizarán unas pruebas, llegará la operación, los cuidados posteriores etc.

Antes de preparar a tu hijo, prepárate tú misma

Madre hablando con la doctora de su hija

Es fundamental que estés preparada antes de enfrentarte a esta situación con tu hijo. Si te enfrentas a esa conversación con miedo, con ansiedad y preocupación, se lo acabarás transmitiendo al pequeño. Además, tienes que estar capacitada para resolver todas las dudas que pueda tener el niño. Incluso, tendrás que estar muy bien informada de todos los pasos, para poder explicárselos al pequeño.

Por lo tanto, infórmate adecuadamente con el cirujano que vaya a realizar la operación. Anota todas las dudas y todo lo que debas saber, para estar preparada en todo momento. Además, deberás adelantarte a las posibles preguntas de hijo y resolverlas con el especialista. Por ejemplo, los niños suelen tener miedo del dolor, de los pinchazos, querrá saber si estarás a su lado en la operación o cuando se despierte.

Nadie como tú conoce a tu hijo, piensa en su personalidad y así sabrás qué preguntar al cirujano. Tener toda esta información te ayudará a ti misma, puesto que una de las mayores causas de estrés es la incertidumbre. Conocer todos los pasos te ayudará a visualizar de un modo más real la situación.

Qué va a suceder y en qué orden

Niña en el hospital con una enfermera

Detalla todo aquello va a ocurrir, con orden y sin mentir al niño, si no sabes algo, díselo sin temor. Tampoco debes hacerle promesas que no puedes cumplir, como que estarás a su lado en la operación, puesto que será prácticamente imposible. Utiliza palabras sencillas y que pueda entender, así, será más fácil para el pequeño entenderlo todo. No tengas miedo a la hora de detallar lo que va a acontecer, por ejemplo:


  • Primero vamos a ir al hospital
  • Vas a conocer a las enfermeras que nos va a enseñar nuestro dormitorio para los siguientes días
  • Te van a traer un pijama

Así el niño sabrá cuál es el siguiente paso y estará preparado, recuerda que la ruptura de sus rutinas puede causarle mucha ansiedad. Y algo muy importante que no debes olvidar, cuando le expliques todo el proceso hazlo en plural, es decir, no le digas que esa va a ser su habitación sino, que será vuestra habitación. Así el niño no sentirá que lo vas a abandonar en ese cuarto de hospital.

No olvides preparar al niño para la vuelta a casa, lo más probable es, que tenga que pasar algunos días en reposo. El niño tiene que conocer cómo van a ser los siguientes días, ya que de lo contrario, podría albergar unas esperanzas que no se podrán cumplir. Cuéntale que tendrá que estar en casa para terminar de curarse, pero que podrá recibir la visita de sus amigos y así se sentirá más acompañado hasta que pueda volver a su rutina diaria.


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