Durante el embarazo, se producen una serie de cambios tanto físicos como emocionales en el cuerpo de la mujer. Son principalmente los primeros, los cambios físicos, los que producen malestares como la retención de líquidos. Esta es una de las molestias más frecuentes, especialmente hacia el tercer trimestre del embarazo. Y aunque es bastante incómodo, lo cierto es que es posible prevenir la inflamación por la retención de líquidos.
Los síntomas suelen aparecer en las últimas semanas de la gestación, no obstante, muchas mujeres padecen estas molestias durante prácticamente todo el embarazo. La retención de líquidos está causada por diferentes causas, algunas de ellas relacionadas directamente con el embarazo, algo que no se puede evitar. Pero existen factores que aumentan la probabilidad de padecer estas molestias y estas, sí que están a tu alcance.
¿Por qué se produce la retención de líquidos en el embarazo?
La acumulación de líquidos en el embarazo se produce de forma totalmente natural. Como consecuencia de los cambios hormonales y de las sustancias del embarazo que desarrolla el propio cuerpo. Además, el aumento del tamaño del útero, provoca que los vasos sanguíneos se compriman y que por este motivo, se complique el correcto flujo sanguíneo.
Otra de las causas es el aumento del flujo sanguíneo, ya que durante el embarazo, el volumen de la sangre aumenta aproximadamente entre un 40% y un 45%. Como consecuencia de estos cambios en el cuerpo de la mujer embarazada, producen que los líquidos se acumulen en los tejidos y aparezca la inflamación en diferentes partes del cuerpo.
Causas externas al embarazo
Además de las causas mencionadas, que son inevitables ya que forman parte del proceso natural del embarazo, existen otras causas que favorecen la retención de líquidos.
- El sobrepeso es un importante factor de riesgo
- Utilizar ropa y calzado muy ajustado
- El consumo excesivo de sal en las comidas
- Pasar mucho tiempo en la misma postura, especialmente de pie
- Problemas circulatorios previos al embarazo
Por lo general, los síntomas suelen manifestarse hacia el final del embarazo y pueden extenderse hasta pasadas unas semanas después de dar a luz.
Los síntomas más evidentes que causa la retención de líquidos en mujeres embarazadas, es la inflamación generalmente en las piernas y los tobillos. Aunque en muchos casos, también pueden aparecer los edemas en la cara o en las manos. Además de la inflamación, la retención de líquidos provoca pesadez y cansancio en las piernas y problemas para utilizar ciertos tipos de calzado.
Consejos para evitar la retención de líquidos
Lo principal y más importante es seguir una dieta saludable y equilibrada, ya que es fundamental evitar coger demasiado peso durante el embarazo para evitar esta y otras complicaciones. Además, puedes seguir las siguientes recomendaciones para evitar los pies hinchados por la retención de líquidos.
- Reduce el consumo de sal. No es necesario que elimines la sal por completo de tus comidas, pero sí es muy importante que la controles al máximo. Además, debes evitar consumir productos especialmente salados, como patatas fritas y aperitivos de bolsa.
- Bebe mucho agua. Es muy importante que hidrates profundamente tu cuerpo, debes tomar al menos dos litros de agua al día.
- Actividad física. Hacer ejercicio estimula el flujo sanguíneo y esto resulta fundamental para evitar la acumulación en los tejidos. Camina cada día al menos 30 minutos para mejorar la circulación de la sangre. También puedes practicar los ejercicios que mencionamos en este artículo.
- Toma alimentos ricos en potasio. El potasio es un mineral muy importante para el organismo, ya que ayuda a regular el agua en las células. Los alimentos ricos en potasio te ayudarán a eliminar líquidos a través de la orina. Incluye en tu dieta alimentos como, el plátano, la piña, las espinacas o los calabacines entre otros.
- Evita pasar demasiado tiempo en la misma postura. Sobre todo, debes evitar pasar mucho tiempo sentada o con las piernas cruzadas. Procura mantener las piernas en alto siempre que sea posible.
- Utiliza prendas ligeras y de tejidos naturales. Evita utilizar prendas de vestir y el calzado muy ceñido.
En definitiva, introduce hábitos de vida saludable y podrás reducir los efectos de la retención de líquidos durante el embarazo.