Al igual que ocurre durante los meses de verano, en los meses de invierno la piel puede sufrir igual o más que en la época veraniega. Las bajas temperaturas propias de la estación invernal hacen que los niños deban ir perfectamente abrigados y protegidos del frío.
Recuerda que la piel de un niño es mucho más delicada que la de un adulto y sufre en mayor medida las agresiones extremas del tiempo.
Consejos para proteger a los niños del frío
A pesar del frío y de las bajas temperaturas, los niños deben salir a caminar y jugar para que de esta manera puedan recibir sus dosis de luz natural. En tal caso y para proteger la piel es muy importante el usar la ropa adecuada para que no sufran.
Es esencial el seguir hidratando la piel de los más pequeños durante los meses de invierno ya que el frío reseca el ambiente y la piel puede sufrir en forma de irritación. Hay zonas del cuerpo que hay que proteger bastante bien como es el caso de las manos o los labios. Se trata de partes del cuerpo que sufren las inclemencias del tiempo sobretodo por el viento y el propio frío. Si no se protegen como deben la piel de dichas zonas del cuerpo pueden sufrir picores, irritaciones o quemazones.
Si se opta por dar un paseo por la montaña, hay que extremar las precauciones ya que a más altitud, los rayos del sol son muchos más intensos llegando a provocar quemaduras mucho más peligrosas y graves que en los meses de verano. En tal caso hay que hidratar muy bien las zonas del cuerpo expuestas como la cara y usar unos buenos guantes con los que proteger las manos. Si además de ello, la alimentación es la adecuada a base de vitaminas y antioxidantes, la piel de tu hijo no sufrirá ningún tipo de problema en los meses de invierno.
En definitiva, una buena hidratación, una buena ropa de abrigo y una buena higiene es clave a la hora de disfrutar de estos meses y evitar en la medida de lo posible afecciones tan típicas en estas fechas como son los catarros o los resfriados. No olvides abrigar bien a tu hijo cuando salgáis a la calle con ropa adecuada como es el caso de bufandas, abrigos, gorros o guantes.