Los niños empiezan a gatear entre los 6 y 10 meses de edad y de ahí pocos meses determinan para que pronto comiencen a andar. Esto equivale a niños mucho más activos e independientes y crean más contratiempos y accidentes. La curiosidad por todo lo que les rodea invade la destreza de querer tocar cualquier cosa, explorar nuevos lugares y rincones, usar las mismas cosas que tocan los padres, abrir cajones… y es que lo que sí es cierto es que muchas veces no estamos en alerta constante para saber lo que realmente hacen bien o mal en una milésima de segundo.
Descubrir el entorno que los rodea equivale a que tengan que hacerlo de manera segura y está en manos de los padres sin consecuencias ni accidentes. Deben de adelantarse a todo tipo de accidentes esporádicos y ocasionales y poner fuera del alcance todos estos imprevistos.
Es conveniente poner en conocimiento muchos de los consejos que hay para muchos de los padres permitan que sus hijos exploren su entorno con total seguridad e independencia. Para evitar muchos de estos accidentes puedes leer algunos de los que te proponemos en este artículo, no obstante, tenemos otro enlace que también puede completar esa pequeña ayuda en casa, pincha aquí.
Protege a tu hijo de los accidentes domésticos
Vigila todos los accesos de la casa
Es de vital importancia que todas las entradas y salidas a sitios que pueda explorar estén cerrados. Una terraza, un acceso a la escalera, la entrada a un garaje, el baño, la cocina…todos estos lugares pueden albergar algún tipo de elemento que pueda manejar y ser parte de un riesgo.
Las alfombras que se arrugan no son buenos conductores para que el niño ande sin tropiezos o los muebles que no estén bien sujetos y se vuelquen tampoco son muy seguros, si puede ser, hay que quitarlos por una pequeña temporada.
Hay barandillas para colocar en este tipo de entradas, suele verse mucho en los pasos a las escaleras o accesos a algunas estancias. Las ventanas por regla general no suelen tener altura para que sean de gran alcance, aunque hay que evitar que no haya sillas ni muebles dónde pueda subirse.
Cuidado con los objetos y medicamentos
Como ya hay libre acceso a los cajones y puertas de los armarios su destreza empieza a sucumbir en el capricho de explorar mucho más allá del entorno al que está acostumbrado a visualizar. Hay padres que buscan refuerzos para no poder abrir armarios y cajones, pero otros no lo colocan por despiste o porque tienen que dejar que estén abiertos para el acceso de otros niños más mayores, no obstante estas piezas de seguridad dan buenos resultados.
No obstante, no tiene que haber cerca de su alcance cajas con hilos y agujas, bolsas de plástico por posibles asfixias, pilas, mecheros, cerillas, monedas o pequeños objetos que puedan meterse en la boca. Los medicamentos también es un peligro, pequeñas herramientas punzantes e incluso objetos de cocina que puedan ser peligrosos. Cuidado cuando se esté cocinando de no dejar visibles los mangos hacia fuera de los fuegos, ni sillas dónde puedan subirse y tocar las cosas que se estén cocinando.
Los enchufes es otro de los peligros más comunes y con gran acceso, existen protectores para tapar estos accesos de manera fija o protectores con un sistema de giro para que tapen y a la vez puedan usarse por los adultos. Hay también protectores para las esquinas de los muebles pues es muy frecuente que en sus caídas puedan golpearse con estas zonas punzantes.
Otro de los accidentes más comunes ocurre con las puertas, es muy ocasional ver a los niños que se pillan los dedos de las manos. Para ello existen unos topes que se colocan en las puertas para que no lleguen nunca a cerrarlas. Algunas páginas web ya venden el lote de todas las piezas imprescindibles para tomar seguridad en el hogar.