Cómo provocar el parto

razones para saber como provocar el parto

En ocasiones puede ser necesario saber cómo provocar el parto cuando se completan las semanas de gestación. Existen diferentes tratamientos que ayudan a iniciar el parto provocando contracciones del útero o haciéndolas más fuertes.

Si quieres saber cómo provocar el parto, quédate y te explicamos los diferentes métodos empleados por la medicina para iniciar el parto de manera segura para la madre y su bebé.

¿Cómo se provoca el parto?

embarazo

El saco o bolsa amniótica es la envoltura membranosa que rodea al feto y que contiene el líquido amniótico que rodea y protege al bebé. Cuando el parto se inicia de manera natural, se produce lo que comúnmente conocemos como “romper aguas”, que no es más que la ruptura de la bolsa amniótica con la consecuente salida de su contenido a través de la vagina.

Pero en determinadas ocasiones, esto no ocurre y entonces habrá que provocarlo porque una vez finalizados los nueve meses de gestación, el nacimiento del bebé es de obligatoria necesidad.

El médico realizará una serie de pruebas y revisiones previas a la inducción de trabajo de parto para proceder de manera segura.  Hará un examen pélvico y posteriormente pasará a través de su cuello uterino una sonda (fino tubo de plástico) con un gancho en su extremo final que creará un agujero en las membranas de saco amniótico. Es un procedimiento seguro que no daña ni a la madre ni al bebé.

Tras esta intervención, las contracciones se inician al cabo de unos minutos o pocas horas. Si el trabajo de parto no comienza pasadas unas horas, se suministrará a la madre un medicamento por vía intravenosa que lo provocará. Es importante hacer esto porque una vez rota la bolsa amniótica el riesgo de padecer infecciones es mayor.

El uso de prostaglandinas

El trabajo de parto o simplemente parto, consiste en una serie de contracciones musculares del útero a la par que el cuello uterino se ensancha y se vuelve más blando, permitiendo así la salida del bebé a través del canal vaginal.

A comienzos del embarazo, los tejidos que componen el cuello uterino lo hacen firme, alargado y mantienen cerrado el cérvix. Pero como se ha mencionado, cuando llega el momento del parto, su composición cambia volviéndose más laxo y dilatando cérvix.  Si esto no sucede, se puede aplicar un medicamento que contiene prostaglandinas. Esta hormona es liberada naturalmente por el cuerpo de la mujer pero a veces no es suficiente y habrá que suministrarla externamente.

El medicamento se coloca en la vagina cerca del cuello uterino y comenzará a suavizar los tejidos del cuello uterino. Seguidamente las contracciones pueden comenzar. En todo momento se monitorizará la frecuencia cardíaca del bebé. Si el trabajo de parto no se inicia, se  puede permitir a la  madre salir caminar un poco, ya que el movimiento estimula las contracciones.

Suministro de oxitocina o Pitocin

como provocar el parto


La oxitocina es una hormona naturalmente presente en el cuerpo de la mujer y que se segrega en mayor cantidad cuando llega el momento del parto. Pero comúnmente se suministra un aporte extra para facilitar o promover el trabajo de parto.

Su nombre comercial es Pitocin y se trata de un medicamento que inyectado por vía intravenosa inicia las contracciones uterinas de manera regular o las hace más intensas. Se suministra a un ritmo constante y la dosis se puede aumentar progresivamente si fuera necesario. Una vez iniciadas las contracciones se puede estimar conveniente recudir la dosis.

Se vigilarán en todo momento la frecuencia cardíaca del bebé y la fuerza de las contracciones ya que si éstas son demasiado fuertes podrían lastimarlo. La oxitocina no se puede suministrar si se observa que el bebé no está recibiendo un aporte de oxígeno o nutrientes suficientes.

En ocasiones la oxitocina también se utiliza después de que el trabajo de parto haya comenzado, pero las contracciones no hayan sido suficientemente fuertes como para dilatar el cuello del útero.

Razones para provocar el parto

Existen muchas razones por las que puede ser necesario inducir el parto y muchas veces se procede a ello antes incluso de que el parto se inicie de manera natural. Se puede provocar el parto en los siguientes casos:

  • Si una vez transcurridas las 34 o 36 semanas de gestación la bolsa amniótica se rompe pero no comienza el trabajo de parto.
  • Si  ha pasado la fecha probable de parto, (entre 41 y 42 semanas)
  • Si la madre ha sufrido un mortinato (muerte fetal intrauterina) anteriormente.
  • Si se detecta durante el embarazo  alguna afección que pueda poner en peligro su salud o la de su bebé como presión arterial alta o diabetes.

Con esta información podrás conocer las pautas principales para aprender cómo provocar el parto.


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