El hipo es una reacción involuntaria que experimentamos todos, también los bebés. Y aunque resulta inofensivo, puede ser incómodo y desconcertante para los más pequeños hasta el punto de provocarles el llanto. Y, ¿cómo aliviarles en esos momentos? ¿cómo quitar el hipo a un bebé? Te enseñamos algunos trucos.
El hipo puede tener diferentes desencadenantes y estos unidos a la inmadurez propia de un bebé puede contribuye a que lo sufran a menudo. Por eso es siempre aconsejable conocer algunos trucos sencillos y seguros que puedan ayudar a aliviarlo. Y no son pocos, ¡por suerte!
¿Qué el hipo? ¿Por que ocurre?
Todos experimentamos hipo, sin embargo, en los bebés, el hipo es aún más habitual debido a su inmadurez y al hecho de que están aún adaptándose a respirar correctamente. El hipo en los bebés puede como en los adultos, además, desencadenarse por estímulos externos, ¿y cuáles son estos?
Los desencadenantes
Tanto la inmadurez en el desarrollo de los bebés como estímulos externos pueden hacer que un niños tenga hipo. Son menos que en los adultos ya que el alcohol y las bebidas con gas son fuertes desencadenantes, pero aun así son varios, siendo los mas habituales a esta edad:
- Tragar aire.
- Una alimentación rápida.
- Llanto excesivo.
- Entusiasmo o estrés emocional.
- Cambios bruscos de temperatura.
Trucos para quitar el hipo a un bebé
Los adultos solemos dejar de respirar, beber sorbitos pequeños de agua, levantar el brazo… sin saber muy bien si funcionan realmente o es el tiempo el que hace que el hipo desaparezca. Los bebés no pueden hacer estas cosas por si mismos, así que somos los adultos los que debemos proporcionarles cierto alivio. Afortunadamente, existen varias formas de quitar el hipo a un bebé y conseguirlo como….
- Ofrecerle pequeños sorbos de agua: Ofrecer a tu bebé pequeñas cantidades de agua en un biberón puede ayudar a relajar el diafragma y detener los espasmos que causan el hipo.
- Estimular el diafragma con masajes: Coloca al bebé boca abajo y dar golpecitos o masajes en su espalda puede ayudar a estimular el diafragma y aliviar el hipo. Deben ser, eso si, suaves, evitando ejercer demasiada presión en el bebé.
- Cambiar de postura del bebé: Sostener al bebé en posición vertical o acostarlo sobre su vientre, puede ayudar a relajar el diafragma y detener el hipo. Prueba diferentes posturas y comprueba con cuál se siente aliviado.
- No tener prisa a la hora de amamantar o dar el biberón. Que el bebé coma con avidez y rapidez contribuye a que ingiera demasiado aire y como consecuencia tenga hipo. Si le ocurre con cierta frecuencia será importante tomar ciertas medidas para minimizar el riesgo: asegurarse de sostener al bebé en una buena posición y alimentarlo de forma pausada.
- Calmar al bebé: El estrés y el llanto pueden desencadenar el hipo en los bebés. Sostener al bebé y calmarlo con caricias y hablándole suavecito puede ayudar a relajar su sistema nervioso y reducir la posibilidad de sufrir hipo.
Conclusión
El hipo en los bebés desaparece por sí solo sin necesidad de intervenir. Sin embargo, si el hipo genera en el pequeño una irritación exagerada, persiste durante períodos prolongados, o está acompañado de otros síntomas, es importante consultar al pediatra para descartar cualquier problema subyacente.
Siendo un hipo normal lo mejor que podemos hacer, a pesar de ver al bebé incomodo, es permanecer tranquilos para poder así consolar al bebé aplicando alguno de los consejos que hemos compartido. No todos tienen por que funcionar, pero no pierdes nada por probar y encontrar cual es esa tecla que hace que tu hijo se calme. Una vez encontrada, te sentirás mucho mas tranquila para afrontarlo en futuras ocasiones.