En época de colegio y en verano ya sabemos que puede acontecer el problema de los piojos, pues los contagios se disparan. Los piojos son una molestia desorbitada ya que sus liendres son toda una agonía para terminar con ellas. Aunque por más que revisemos el pelo y no veamos ningún piojo, las liendres pueden quedar ahí, eclosionan y no se termina con la pediculosis.
Terminar con las liendres es terminar radicalmente con el problema, pero a veces se hace muy costoso. Hay muchos remedios y tratamientos y sabemos que lo que mejor puede resultar son los métodos que se usaban antiguamente, sin tóxicos.
¿Qué son las liendres?
Las liendres son los huevos de los piojos. Su principal vía es habitar la cabeza de un humano y colocar las liendres en el pelo. Estos huevos permanecerán en el pelo hasta que eclosionan y de ahí que se propaguen los piojos a gran velocidad, ya que en tan solo 7 días ya son capaces de volver a reproducirse.
¿Por qué son tal difíciles de eliminar las liendres? La prioridad es intentar eliminar los piojos en el primer intento. Dependiendo de la infestación se pueden eliminar en la primera toma, pero siempre queda alguna liendre adherida al pelo dado a su gran resistencia.
Las liendres son pegadas en el cabello por la saliva del piojo hembra, haciendo que sean difíciles de desprender. Están adheridas de tal forma que son capaces de resistir a los cepillados y a los lavados con jabón y agua.
¿Cómo quitar las liendres pegadas al pelo?
Hay tratamientos para la eliminación de los piojos y que se utilizan como medida de choque. A primera vista estas marcas venden sus productos con verdadera eficacia, pero no erradican del todo las liendres y algunos piojos.
Otro producto que suele funcionar muy bien es el vinagre blanco o de manzana ya que ayuda a eliminar los piojos y debilitar las liendres ayudándolas a desprenderse. Si resulta muy agresivo se puede aplicar mezclando agua y vinagre a partes iguales, o directamente sin mezclar. Se puede dejar como mínimo una hora en el pelo tapándolo con un gorro de plástico y después enrollarlo con una toalla para que no gotee.
Es importante usar una lendrera después del tratamiento. Es un peine pequeño hecho con muchas púas juntas y apretadas para que desprendan las liendres del pelo al peinarlas. Las buenas lendreras son las de metal y dónde sus púas tienen una buena resistencia. No tienen que ceder ni separarse y deben de arrastrar con eficacia las liendres y los piojos. Buscaremos las zonas más localizadas como la nuca y la sien, pero no por ello dejaremos de lado el resto del cabello.
Otro método eficaz es utilizar las propias manos para quitarlas. Primero deslizaremos la lendrera entre pequeñitos mechones de pelo y después nos fijaremos si ha quedado alguna adherida y que no se haya quitado. El trabajo es muy meticuloso y además es un trabajo que habrá que hacer durante muchos días para quitar todas las liendres. Aunque parezca que un día has quitado todas, al día siguiente con una nueva revisión siempre aparece alguna.
Otros detalles a tener en cuenta
Después de limpiar el pelo de liendres echaremos un producto repelente. Funcionan muy bien el aceite de árbol de té o un aceite de eucalipto y lo aplicaremos con los dedos haciendo hincapié en las zonas de la nuca, frente, sienes y orejas.
Acostumbra a desinfectar la lendrera de un día para otro y poner a lavar la ropa del niño o niña a diario. Es importante también cambiar la ropa de la cama a diario y lavar cualquier objeto cotidiano que pueda tocar, como algún peluche o almohada. Lo ideal sería lavarlo a una temperatura mayor a 50° y un mínimo de 30 minutos. Hay que tener en cuenta que el tratamiento no es válido solo de la persona afectada, sino que también tendrán que tratarse todos los miembros de la familia.