Los mocos son uno de los síntomas más comunes entre personas mayores y niños, sobre todo cuando hay épocas de resfriados, gripes o cuando hay procesos alérgicos como la rinitis. Poder aliviar este malestar es de vital importancia y para ello vamos a detallar cómo quitar los mocos de la garganta.
No hay que nombrar a los mocos no son una enfermedad, sino más bien como una respuesta de nuestro organismo hace para proteger el sistema respiratorio de cualquier sustancia externa o un microorganismo invasivo.
¿Por qué intentar eliminar los mocos de la garganta?
Los mocos en la garganta y en los niños puede llegar a ser muy molesto. A pesar de se una gran barrera puede que su producción ocasiones dificultad para respirar. Como estos mocos se llegan a alojar en las vías respiratorias bajas, hay bebés que no saben cómo llegar a eliminarlos de forma natural.
Incluso a la hora de succionar puede que les resulte complicado y puede llegar a quitarles las ganas de comer. En otros niños eliminar los mocos puede ser toda una contrapartida y su presencia en las zonas donde se alojan alterarán la respiración y el descanso nocturno.
Los mejores remedios para quitar los mocos de la garganta
Hacer una visita al pediatra podrá ser una de las valoraciones primordiales. Esta consulta podrá hacer una evaluación profesional, dónde evaluará si los mocos que se están produciendo, no están situados en las vías respiratorias altas o no exista una complicación dónde haga su alojo en otras zonas y donde puede producir bronquiolitis u otitis. Si se llega a producir podría a ser mucho más molesto este suceso y produciendo incluso dolor en el niño.
Lavados nasales
Es un método bastante tradicional y usado desde hace muchísimos años. Se trata de hacer lavados nasales con agua marina y así limpiar la nariz. Los mocos serán arrastrados hacia ele estómago y así no se quedarán estancado en la garganta. Se realizará con la ayuda de unas jeringuillas que podrán medirse con un poco de presión y así no molestar mucho al menor.
Hay que aumentar la ingesta de líquidos
Beber mucha agua es fundamental para que los mocos no se vuelvan mucho más espesos, además ayudará mucho mejor a arrastrar las flemas de la garganta. La idea no es eliminarlo del todo porque forma una barrera para proteger la entrada de los virus y gérmenes. Son buenas las infusiones, los caldos o jugos de frutas. Lo que no se recomienda son los lácteos, ya que pueden espesar mucho más los mocos.
Aromaterapia con aceites esenciales
Gracias a estos aparatos humificadores se podrán usar algunos aceites esenciales. Al usarlos crearán unos procesos respiratorios para que pueda fluirse el moco, calmar la tos e incluso aumentar las defensas. Los mejores aceites son: de ravintsara y de eucaliptus. Es muy importante mantener un grado de humedad en la habitación y en algunos casos funciona muy bien mantener una cebolla cortada en la mesita.
Acostarse con la cabeza algo incorporada
La mucosidad es muy molesta, y para poder aliviarlo podremos colocar al niño en la cama con la cabeza algo erguida. De esta forma podrá respirar con mucha mejor resolución, dónde podremos acompañarlo con la humedad y algo de aromaterapia.
El ambiente ha de estar siempre ventilado y húmedo
Hay que tener ventilada siempre la habitación donde permanece el menor. Hay que evitar el humo del tabaco y sacar al menor a que tome el aire y el sol. Como hemos reseñado, el humificador vuelve a ser ideal para mejorar la respiración.
Un fisioterapeuta ayuda en casos extremos
Cuando las flemas son muy espesas y los niños no saben expulsarlas, pueden ser eliminadas con algunas técnicas. En estos casos los bebés al ser demasiado pequeños no conocen cómo expulsaras. Se pueden dar palmaditas en la espalda o suaves masajes eficientes, pero estos especialistas conocen formas manuales e instrumentales que pueden ayudarles.