Para los niños no siempre es fácil mostrar las emociones y expresar sus sentimientos. Aunque ellos los sienten con mucha intensidad, suelen quedarse bloqueados cuando no siempre son capaces de poder exteriorizar o transmitir lo que tiene en su interior. Esto les puede causar mucho malestar, sobre todo cuando necesitan exteriorizar sus emociones pero no pueden o no saben hacerlo.
Trabajar las emociones desde la infancia es imprescindible para que los niños no solo entiendan sus emociones, si no también las de los demás. Pero también, lo que resulta esencial además de entenderlas es que sepan que son normales y que las acepten, sean cuáles sean sus emociones. Éstas les ayudarán a encontrar el camino correcto a seguir, siempre y cuando las entiendan y sepan qué quieren decirles en cada momento dado de su vida.
Es por esto que los niños y adolescentes deben aprender a entender sus emociones pero también a regular las conversaciones para poder transmitir cómo se sienten en cada momento dado. En este sentido, se puede crear un espacio en casa o en la escuela que consista en tener tarjetas para regular las conversaciones… Un rincón que potencie la calma, la aceptación de las emociones y la conversación con otros.
Puede ser un espacio “salvavidas” porque algunos de ellos les cuesta controlar sus impulsos y gracias a este rincón donde calmarse sí serán capaces de hacerlo. Pueden aprender a escuchar a sus amigos o hermanos a expresar el enfado al tener este lugar para poder hacerlo. Este rincón puede ser incluso mejor que una “asamblea” tan generalizadas en las escuelas, ya que podrán utilizarlo siempre que quieran, sin obligaciones por parte del adulto y siempre que necesiten hacerlo. Se puede convertir en un lugar especial donde intercambiar opiniones y si no se puede conversar por los nervios, se puede decir por escrito mediante tarjetas para regular las conversaciones lo que se siente realmente.