Cómo resolver conflictos mediante la comunicación no violenta con los hijos

Tener hijas adolescentes

En ocasiones y sin darnos cuenta puede que en la familia aparezca conflictos de comunicación con los hijos. Como padres y madres es importante que aprendamos a cómo resolver los conflictos mediante la comunicación no violenta. Es la mejor manera de enseñarles una buena comunicación desde el hogar.

Los niños aprenden sus habilidades desde la familia, por lo que resulta muy importante que se reflexione sobre cómo debe ser la comunicación. Si bien es cierto que la crianza es complicada, se pueden construir relaciones sólidas y llenas de amor con los hijos. Para ello, respira hondo y prepárate para aprender a manejar estas situaciones complicadas de la forma más positiva posible.

Qué es la comunicación no violenta

La comunicación no violenta (CNV) es una forma de comunicación empática desarrollada por Marshall B. Rosenberg. Se basa en la idea de que todos tenemos necesidades que deben ser satisfechas y que los conflictos surgen cuando esas necesidades chocan. Es la base de la asertividad. En lugar de culpar o criticar, la la comunicación no violenta se centra en:

  • Observar: describir de forma objetiva la situación sin juicios, enfados ni críticas. Hablar sobre lo ocurrido de la forma más neutral posible.
  • Sentir: expresar las emociones de manera abierta y en primera persona, nunca culpabilizar al otro por lo que estamos sintiendo.
  • Necesidad: identificar cuáles son las necesidades internas y la de los hijos.
  • Pedir: hacer peticiones claras y específicas de cambio.

De esta manera los padres podrán reflexionar sobre lo que ha ocurrido, cómo les ha hecho sentir y serán capaces de hacer una petición de cambio desde la empatía y la asertividad.

La escucha activa

Uno de los pilares de la CNV es la escucha activa. Cuando escuchas a tus hijos de manera real, les estás mostrando que sus pensamientos y sentimientos son importantes.

Si no estás acostumbrado a tener una escucha activa habitualmente, entonces es importante que entrenes esta capacidad desde hoy mismo para no solo mejorar la relación con tus hijos, sino también para que ellos aprendan a hacerlo durante su crecimiento.

Dedica tiempo

Haz un esfuerzo consciente para estar presente cuando tus hijos quieran hablar. Esto significa apagar tu teléfono o cualquier otra distracción y centrarte en ellos. Mírales a los ojos cuando te hablen y muestra presencia y disponibilidad todo el tiempo.

Haz preguntas abiertas

En lugar de hacer preguntas cerradas que solo requieran respuestas sí o no, formula preguntas que inviten a una conversación más profunda. Por ejemplo, en lugar de preguntar :”¿Tuviste un buen día en la escuela?», podrías preguntar: ”¿Qué fue lo más divertido que hiciste hoy en la escuela?”.

Valida sus sentimientos

A veces, tus hijos pueden sentir emociones intensas que pueden parecer exageradas para ti. Sin embargo, es importante validar sus sentimientos, incluso si no entiendes completamente por qué se sienten de esa manera. Puedes decir algo como: «Parece que te sientes muy triste. ¿Quieres hablar más sobre eso?”.

La escucha activa parece demasiado simple, pero la realidad es que se nos olvida aplicarlo diariamente debido al estrés de la vida diaria. En este sentido, empieza a practicarla y te darás cuenta cómo la comunicación no verbal con tus hijos comenzará a mejorar casi como por arte de magia.


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Tú te sentirás mejor y ellos se sentirán más cercanos emocionalmente a ti por lo que también comenzarán a hablarte de mejor forma. No importa la edad que tengan tus hijos, la escucha activa es algo que se debe practicar siempre.

Expresión empática

La CNV no solo implica escuchar, sino también expresar tus propios sentimientos y necesidades de manera empática. Es la mejor forma para que tus hijos se den cuenta de que te haces responsable de tus emociones, un aprendizaje que deben tener desde tu ejemplo. Si no estás acostumbrado/a a hacerlo, te damos tres puntos clave para que empieces a hacerlo desde hoy mismo.

Usa «Yo» en lugar de “Tú»

En lugar de decir «Tú siempre haces un desastre en tu habitación», puedes decir «Me siento frustrado cuando veo un desorden en tu habitación”. Es una manera de que no se sientan atacados y que de esta manera empiecen a entender que lo que les dices no es un ataque a su persona si no que es una expresión emocional sobre una situación neutral.

Sé honesto y amable al mismo tiempo

Expresar tus sentimientos y necesidades no implica culpar o herir. Trata de ser honesto pero siempre con respeto y empatía. Esto significa que deberás pensar antes de hablar y sobre todo, pensar en cómo expresar tus emociones sin que la otra parte se sienta herida o manipulada de ninguna manera.

Solicita, no exijas

En lugar de dar órdenes como si fueses un sargento las 24/7, es mejor que les pidas a tus hijos las cosas a través de solicitudes. Por ejemplo, en lugar de decir: «Limpia tu habitación ahora mismo», podrías decir «¿Podrías por favor limpiar tu habitación cuando tengas un momento?”. Si ves que ese momento no llega, entonces haz que elija el mejor momento: “¿Cuándo prefieres limpiar tu habituación ahora o antes de comer?”.

El manejo de los conflictos con la comunicación no violenta

La CNV no solo se trata de comunicar tus sentimientos y necesidades, sino también de resolver conflictos de manera efectiva. Si estás acostumbrado/a a hacerlo de manera conflictiva, lo primero que debes tener en cuenta es que vas a tener que poner voluntad para que no se repita o al menos, no tan a menudo.

Para que todo lo que te indicamos en este artículo tenga efecto, lo primero que deberás tener como padre o madre es esa voluntad de cambio por el bien de todo. Una vez sabido esto, ten en cuenta lo siguiente:

  • Identifica el conflicto: comienza por reconocer y definir claramente cuál es el conflicto. ¿Se trata de la hora de acostarse, la tarea escolar o el tiempo en pantalla?
  • Escucha a tu hijo: antes de ofrecer soluciones, asegúrate de entender la perspectiva de tu hijo. Esto puede ayudar a evitar malentendidos y resentimientos futuros.
  • Buscad soluciones juntos: en lugar de imponer una solución, trabaja con tu hijo para encontrar una que satisfaga las necesidades de ambos. Esto les enseña a negociar y a encontrar compromisos.

comunicación no violenta en la familia

Modela la Comunicación no violenta

Los niños aprenden más observando el comportamiento de sus padres que a través de palabras. Si quieres que tus hijos utilicen la CNV en su propia vida, debes modelarla para ellos. Debes ser consciente de cómo te comportas y cómo dices las cosas para asegurarte de que están recibiendo un buen ejemplo por tu parte. Para ello, ten presente lo siguiente:

  • Sé un oyente atento: cuando tus hijos te vean escuchar activamente y expresar tus propios sentimientos de manera empática, aprenderán a hacer lo mismo.
  • Resuelve tus conflictos con CNV: cuando tengas un conflicto con tu pareja o alguien más en tu vida, intenta resolverlo utilizando los principios de la CNV. Tus hijos notarán tu enfoque y aprenderán de él.

La comunicación no violenta y el desarrollo infantil

Es importante tener en cuenta que la CNV se adapta a diferentes etapas del desarrollo de tus hijos. Lo que funciona con un niño de 3 años puede no funcionar tan bien con un adolescente. Para que no se te olvide esto, recuerda lo que te ponemos a continuación.

Niños pequeños

Los niños pequeños pueden tener dificultades para expresar sus sentimientos con palabras. En este caso, es útil prestar atención a las señales no verbales y usar un lenguaje simple para ayudarles a identificar sus emociones.

Adolescentes

Los adolescentes a menudo están lidiando con una montaña rusa de emociones. La CNV puede ser especialmente útil para ayudarles a comunicarse de manera efectiva y resolver conflictos de manera constructiva.

La paciencia siempre es la clave en la comunicación no violenta

La CNV no es una solución mágica para todos los conflictos, y llevará tiempo perfeccionarla. Habrá momentos en los que te sientas frustrado/a o desanimado/a, pero recuerda que la paciencia es clave.

Es más, si quieres que tus hijos tengan paciencia en la vida y esto les dé frutos, deberás ser, como siempre, su mejor ejemplo. En este sentido, si notas que no tienes suficiente paciencia, te invitamos a que busques ayuda de un terapeuta para que de esta manera de enseñe claves para lograrla que se potencie dentro de ti. La meditación por ejemplo, es una gran herramienta.

Deberes emocionales de hijos hacia padres

Además de esto, ten presente lo siguiente:

  • Practica la autorreflexión: si te encuentras en una situación difícil, tómate un momento para reflexionar sobre tus propias necesidades y emociones antes de responder.
  • Aprende de tus errores: la CNV es un proceso de aprendizaje constante. Si cometes un error o te sales del camino, no te castigues. Aprende de la experiencia y sigue adelante.
  • Celebra los éxitos: cuando logres resolver un conflicto de manera pacífica y empática, celébralo contigo mismo y con tus hijos. Esto refuerza la idea de que la CNV es efectiva y valiosa.

La comunicación no violenta es una herramienta poderosa para resolver conflictos con tus hijos de manera pacífica y constructiva. Se basa en la empatía, la asertividad y la búsqueda de soluciones mutuamente satisfactorias. Al practicar la CNV, no solo estás fortaleciendo tus relaciones familiares, sino también enseñando a tus hijos habilidades vitales para la vida.


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