El tema de que el bebé pase frío o calor creo que fue uno de los más complicados para mí. Parece algo fácil ¿verdad?. Pues os aseguro que fue todo un caos, nunca estaba segura de si mi bebé llevaba demasiada ropa o de si debía ponerle más, para colmo siempre aparecía alguien que me decía «hace calor, no le pongas tanta ropa» y por otro lado aparecía otra persona que me decía «es muy pequeño, abrígale». ¿Qué tenía que hacer entonces? ¿Cómo podía saber si estaba bien o no?.
Con el tiempo fui aprendiendo a averiguar qué era lo que necesitaba mi bebé, en realidad es muy simple si nos fijamos en algunos pequeños detalles y nos guiamos por nuestro instinto más que por lo que nos puedan decir. A continuación os cuento algunas formas de saber si el bebé tiene frío o calor.
Tócale el cuerpo
En los primeros días no nos servirá eso de tocarle las manos o los pies porque la circulación sanguínea todavía es escasa en esas partes del cuerpo y, la mayoría del tiempo, estarán frías. Por eso lo más recomendable es tocarle la nuca, los brazos o las piernas.
Si tiene frío lo más probable es que te encuentres con que estas zonas del cuerpo están frías, en cambio, si tiene calor le notarás demasiado caliente e incluso puede que tenga sudor por la nuca.
Obsérvale
Un recién nacido aún no tirita cuando tiene frío y lo más probable es que tampoco se queje, por lo que tendremos que ser nosotras las que estemos atentas para aprender a diferenciar cuando tiene frío o calor, por ejemplo, cuando mi bebé era más pequeño le temblaba la boca al tener frío, ahora cierra los puños y los aprieta al lado de las caderas. Poco a poco sabrás lo que necesita simplemente observándole.
Un truco
Dicen que el bebé debe tener siempre una prenda más de lo que lleve su madre.
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Foto – El club de los pequeños soñadores
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