Los niños necesitan tener límites, descubrir lo que está bien y lo que no lo está, deben aprender a respetar las normas y todo ello, lo deben enseñar los padres y las madres desde que son bien pequeños. Conceder todos los deseos de un hijo no es quererlo más, es desde la más pura inocencia de los padres, una sencilla forma de malcriarlo. Algo que a largo plazo, no tendrá más que consecuencias negativas en la vida del niño.
Si tienes dudas sobre si estas malcriando a tu hijo, a continuación encontrarás algunas claves que te ayudarán a resolver todas tus dudas. Nunca es tarde para reconducir una mala conducta, porque aunque pueda resultar duro, la recompensa al final será beneficiosa para todos. Eso sí, cuanto antes comiences a cambiar la educación de tu hijo, antes obtendrás resultados, porque cuanto más mayores más complicado será.
¿Estoy malcriando a mi hijo?
Una de las principales consecuencias de malcriar a los hijos es que llega un momento en el que pierden el respeto, especialmente por aquella persona que más los consiente. Los niños necesitan tener figuras autoritarias, dentro de los límites que cada uno establezca, que deben aprender a respetar. Ceder en ciertas cosas es normal, forma parte de una relación paterno filial.
Sin embargo, para que haya una concesión debe primero existir una norma. Los niños deben aprender a aceptar las normas para poder adaptarse a la vida en sociedad. De lo contrario, no sabrán respetar las normas de convivencia en la escuela, las reglas de la vida en general o que existen personas con cierta autoridad, los profesores o sus superiores en el trabajo en un futuro.
Aunque no se trata de buscar culpables, es necesario asumir que si un hijo está malcriado es como consecuencia de una serie de malas decisiones. A partir de ahí, solo queda reconducir esa conducta, cambiar los hábitos que han causado el problema y comenzar a poner soluciones lo antes posible. Con pequeños cambios, normas y mucha paciencia, se podrá mejorar la actitud del niño.
Claves para saber si estás malcriando a tu hijo
Todos los padres y las madres son conscientes en algún momento de que tienen un hijo malcriado, porque la actitud del niño se descontrola y se hace muy evidente. Llegado ese momento, llega la hora de preguntarse si se están haciendo las cosas bien. ¿Tienes dudas sobre si estás malcriando a tu hijo? Estas claves te darán la respuesta.
- Le concedes todo lo que quiere: acostarse tarde, comer lo que le apetece, todos sus caprichos, cualquier cosa que se le antoja.
- No le pones normas: no tiene obligaciones, ni responsabilidades en casa, como recoger sus juguetes o cumplir pequeñas tareas.
- Alabas todo lo que hace, aunque esté mal: si dice palabrotas te ríes en lugar de corregirlo, si se enfada y te habla mal se lo permites, no le das importancia a los malos comportamientos, cada vez más frecuentes.
- Siempre te pones de su parte: aunque sepas que ha hecho algo mal, esquivas la responsabilidad y le tapas para evitar que cumpla con su responsabilidad.
- Dejas te que falte el respeto: un niño malcriado se vuelve tirano, se cree por encima de los demás incluida su propia madre. Si permites que tu hijo te falte el respeto sin consecuencias, pronto puede volverse una situación de mucha gravedad.
Cómo reconducir la situación
La crianza de los hijos no es fácil, por lo que no debes culparte ni sentirte mal si descubres que estás malcriando a tu hijo. Son muchas las circunstancias que pueden fomentar una mala educación, pero en cualquier caso lo importante es darse cuenta a tiempo para poder reconducir la situación. No pienses que serás peor madre o padre si comienzas a ponerle límites a tu hijo, porque será todo lo contrario.
Es probable que tu hijo no entienda este cambio, que aumente su tiranía y se vuelva arisco contigo. Sin duda, recibir malas palabras y comportamientos de los hijos es duro, pero recuerda que es lo mejor para él mismo. Su futuro como un adulto responsable depende de su educación en la infancia. El camino de la maternidad es largo y supone un aprendizaje constante para todos.