Saber si un hijo es feliz es la mayor preocupación que puede sentir un padre o una madre, puesto que la felicidad de los hijos está (o debería estarlo) por encima de todas las cosas. Los niños deben crecer en un entorno estable, lleno de juegos, aprendizaje, alegría y amor, porque en realidad, para que los hijos sean felices hacen falta muy poquitas cosas.
Las cosas materiales ayudan a sentir pequeños momentos de satisfacción, pero lo que realmente da felicidad es sentirse parte de una familia. Sentir el amor y el cariño de las personas que les rodean, sentirse importantes para las personas que conforman su círculo de confianza, es lo más importante para que un niño sea feliz. Si tienes dudas sobre los sentimientos de tu hijo, estas claves te ayudarán a resolverlas.
¿Cómo descubrir si tu hijo es feliz?
Para saber si tu hijo es feliz solo debes observarle, ver cómo se comporta, el gesto de su cara cuando no sabe que le observan, cómo juega y cómo actúa con el resto de personas que le rodean. Estas claves te ayudarán a descubrir si tus hijos son felices.
No para quieto
Un niño tiene la capacidad de disfrutar de cualquier cosa, la más mínima resulta todo un descubrimiento para los pequeños. Por ello, tienen que pasarse el día en movimiento, para no perderse nada. Un niño muy tranquilo, que no siente curiosidad ni ganas de descubrir cosas, puede estar sufriendo una falta de estimulación. Mover, correr, jugar, saltar, son actitudes normales en un niño feliz.
Habla muy rápido
A ti te altera, te pone nerviosa y es normal porque en la vida llega un momento que tanto acelerar termina por agotar. Pero que un niño te hable rápido, es señal de que tiene muchas ganas de compartir contigo muchas cosas, todo lo que le pasa. Hablar rápido es un síntoma de felicidad, disfruta de la emoción de tu pequeño.
Quiere jugar contigo a todas horas
El juego individual es muy importante para el desarrollo de los niños, pero lo que realmente les hace felices es poder jugar con las personas que más quiere, sus padres. Si tu hijo quiere estar contigo, jugar contigo, abrazarte, besarte y que le acompañes en sus momentos de diversión, es que es un niño muy feliz.
Tu hijo también es feliz cuando se enfada
Las rabietas y los enfados son normales en la infancia, es la forma natural de descubrir los límites y aprender a gestionar todas esas emociones negativas. Si tu hijo se enfada contigo, llora o grita en determinados momentos, también está mostrando que es feliz. Porque esa forma de comunicarse es su herramienta para liberar sus emociones y sus sentimientos. Una vez que lo haga y sienta el abrazo de mamá o papá, sentirá tal felicidad que se le mezclarán las lágrimas con la risa.
Se siente cómodo en casa
Cuando un niño juega en casa, ríe y disfruta pasando tiempo con sus padres, está demostrando ser un niño feliz. Si sus padres son felices y alegres, el niño se sentirá cómodo estando en familia. Los niños que necesitan estar en la calle todo el tiempo, para relacionarse con otros niños, pueden estar mostrando alguna carencia en casa.
Juega libremente y es capaz de divertirse solo
Saber estar a solas con uno mismo también forma parte de la felicidad, incluso en la más tierna infancia. Un niño con autonomía, que es capaz de jugar a solas, además de jugar con otras personas, está desarrollando todas sus capacidades individuales. Esto es síntoma de que tu hijo es feliz, porque a pesar de que a ratos no quiere despegarse de ti, es capaz de pasar ratos a solas desafiándose a sí mismo.
Observar a los hijos es la mejor manera de detectar en ellos sus emociones, sus sentimientos, cómo se encuentran o cómo va su desarrollo mental. Porque los niños, sin ser conscientes de ello, son capaces de mostrar un montón de información tan solo con su mirada.