Cómo ser un buen padre

Padre disfrutando de su hijo

Ser un buen padre (o madre) no es una tarea fácil, más aún cuando el concepto es tan abierto que cada uno lo concibe de una manera diferente. Cada persona tiene una definición de lo que significa ser un buen padre, por lo que al final, es posible que lo seas a pesar de los muchos errores que con seguridad cometerás. Y, aunque tengas muy claro qué tipo de padre quieres ser, es posible que necesites algunos consejos para guiarte en este camino.

Sobre todo, porque el camino de la paternidad es largo y variable, las circunstancias cambian de forma inesperada y es necesario adaptarse a ellas para no fracasar en esta tarea tan importante. Sentir dudas no te hace ser más débil, ni te convierte en peor padre, al contrario. Es muy beneficioso querer mejorar y pedir consejo cuando no sabes por donde continuar, especialmente para tu relación paterno-filial.

Consejos para ser un buen padre

Estos son algunos consejos que pueden ayudarte a mejorar la relación con tus hijos, independientemente de la edad que tengan. Porque lo primero que debemos aceptar como padres, es que los hijos son personas únicas, con sentimientos, con carácter y con personalidad.

Escucha a tus hijos

Es fundamental que los hijos sean capaces de comunicarse con sus padres, si eres capaz de lograr que tu hijo cuando es pequeño tenga confianza para hablar contigo, habrás creado un círculo de confianza impagable. Es posible que no te guste aquello te tu hijo tiene que decirte, es posible que no estés de acuerdo o que pienses que se trata de una tontería.

Pero es muy importante que escuches aquello que tiene que decirte, de esta forma, podrás guiar a tu hijo en el complicado camino de la vida. Incluso cuando son niños necesitan ser escuchados, algo que les ayuda a mejorar su autoestima, su confianza y determinación.

Dedícales un tiempo de calidad

Padre paseando con su hijo

Quizá no tengas demasiado tiempo para pasar con tus hijos, el trabajo y las obligaciones diarias complican mucho estas relaciones. Por ello, es necesario que el tiempo que pasas con ellos, sea realmente un tiempo de calidad para que aporte en vuestra relación y en su crecimiento personal. Puedes dedicar 10 minutos al día a jugar con ellos, a charlar a la hora de la cena, en el momento del baño o los fines de semana.

Pero para que ese tiempo sea realmente valioso, es necesario que lo dediques en exclusiva a tus hijos. Es decir, sin el móvil, sin la televisión o cualquier otro elemento de distracción.

También puedes disfrutar de los fines de semana en familia, creando nuevas tradiciones y nuevos recuerdos para toda la vida. Tan solo necesitas organizar una excursión por el campo, una visita a los pueblos de la zona, una salida cultural o un partido del deporte favorito de la familia, tú elijes.

Sé su ejemplo a seguir

De nada sirve que impongas una educación férrea a tus hijos, si tu no predicas con tu ejemplo. No importa cuánto dinero inviertas en su educación, tus hijos imitarán todo aquello que tú hagas. Por ello, es fundamental que les enseñes a ser buenas personas, solidarias y empáticas.

Colabora en casa con las tareas domésticas, enséñale a tus hijos que el trabajo debe ser repartido de forma equitativa. Es fundamental que sean educados con conciencia social, con valores como el respeto hacia todas las personas, pero también hacia el medio ambiente o el reino animal. Pero todo esto, no servirá de nada sin tu ejemplo.


Marca los límites para ser un buen padre

Padre haciendo cosquillas a su hijo

Pero la educación y el ser un buen padre, no reside en ser permisivo a toda costa, esto es un grave error. Los chavales necesitan conocer que para lograr las cosas, hace falta un esfuerzo. Necesitan conocer y vivir en primera persona la frustración, y tu papel como padre es el de ofrecerles las herramientas necesarias para levantarse ante cada fracaso. De lo contrario, al crecer y vivir solos, no serán capaces de lidiar con los problemas de la vida cotidiana y cualquier eventualidad, podrá acabar con su estabilidad.

No los compares

Muchos padres utilizan la comparativa para que sus hijos se esfuercen más, ¿has visto las notas que ha sacado fulanito? ¿has visto cómo juega al fútbol menganito? ¿Por qué tu no puedes ser como el hijo del vecino?

Tus hijos son únicos e irrepetibles, con sus virtudes y con sus defectos y nunca jamás serán como el hijo de tu vecino. No obstante, siempre serán tus hijos y lo que ellos intentarán a toda costa, es que estés orgulloso de ellos por quienes son, no por lo que puedan o no conseguir en la vida.


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