Aunque en un principio pueda parecer algo contra natura e impensable, la verdad es que a día de hoy existen las madres tóxicas. Es normal que las relaciones entre una madre y su hijos no siempre sean idílicas y puede haber pequeños problemas. Lo preocupante se da cuando la relación es considerada tóxica y el niño o la niña se sienten continuamente tristes e indefensos a causa de la mala conducta de la madre.
Una relación tóxica es muy fácil de identificar debido a la negatividad y a la manipulación emocional presente en todo momento entre la madre y su hijo o hija. Mucha gente relaciona la toxicidad con la pareja o con la amistad pero también se puede dar entre una madre y su hijo. Acto seguido te mostramos una serie de señales bastante claras de que una madre es tóxica.
No tiene en cuenta los sentimientos de su hijo
Uno de los rasgos más claros de una madre tóxica es el hecho de no importarle para nada el estado emocional de su hijo. Se trata de un maltrato psicológico en toda regla y que puede dañar de por vida al pequeño o pequeña. Se trata de un abuso comparable al físico por lo que debería ser igualmente denunciable. El niño o la niña se sienten solos y no amados por su madre.
Culpa a su hijo de su falta de felicidad
Una madre tóxica no para de reprochar a su hijo o hija que es el culpable de su falta de felicidad en la vida. Ella acusa al pequeño de que es el responsable de que no haya cumplido los objetivos marcados a lo largo de su vida. La educación y la crianza de un hijo suponen siempre un sacrificio por parte de los padres. Nadie es por tanto el culpable de que otra persona no sea feliz en la vida.
La madre quiere ser el centro de atención de todo
Una madre tóxica le resta importancia a los logros de su hijo ya que todo se lo debe a ella. Con dicha actitud, el niño o niña se siente menospreciado en todo momento y piensa que sus sentimientos no tienen nada de valor.
Menosprecia a su hijo
Una madre tóxica se aprecia claramente cuando está menospreciando de una manera continua a su hijo o hija. No para de burlarse a través de adjetivos tales como perdedor, inútil o estúpido. La relación tóxica no se limita únicamente al hogar y la madre es capaz de menospreciar a su hijo delante de otras personas. No es para nada normal el ver como su madre ofende de una manera habitual a su hijo o hija y no sentirse mal por ello.
Madre controladora
El control de una madre sobre su hijo es otra de las características más apreciables en una madre tóxica. Ella lo controla toda y no deja tomar ningún tipo de decisiones a su hijo o hija, a pesar de tener cierta capacidad para ello. El niño no tiene ningún tipo de decisión en la vida ya que es la madre la que lo controla todo.
Comportamiento pasivo agresivo
El mostrar una conducta pasivo agresiva es otra de las características de una madre tóxica. La madre es una persona frustrada que busca en todo momento el cambiar de estrategias con el fin de conseguir los resultados deseados.
Por desgracia hay más madres tóxicas de lo que la gente pueda pensar. Se trata de una actitud y comportamiento totalmente reprochable y denunciable ya que no hay nada peor que el vejar y menospreciar a un hijo. La relación de una madre con su hijo o hija debe basarse en valores como el amor, la confianza o el respeto. Es bueno el sentar las bases para que la relación materna filial sea la mejor posible. No se puede permitir bajo ningún concepto que una madre maltrate de una manera emocional a su propio hijo.