Cómo tratar a los adolescentes altamente sensibles

Las personas altamente sensibles (PAS) están diseñadas para ser muy conscientes de su entorno. Esta sensibilidad los hace prestar atención a los detalles más sutiles, sentir profundamente, ser cautelosos con las consecuencias, y ser muy empáticos con las emociones y la angustia de los demás. Si identificas a tu hijo o hija adolescente con esta pequeña descripción de las personas altamente sensibles, entonces es posible que este artículo te interese porque tratar a un adolescente altamente sensible puede convertirse en todo un reto.

Lo más importante es entender las emociones de tu hijo o hija, a partir de ahí, el camino será más fácil. Debido a su condición de persona altamente sensible estarán expuestos a más dificultades, no solo en el seno familiar sino socialmente. Por eso, es importante que, como padres, os informéis, les apoyéis y les ayudéis siempre que sea necesario.

Señales de que tu hijo tiene alta sensibilidad

chica sentada en el suelo

Como padres, es posible que hayáis notado algunas señales de que vuestro hijo o hija es una persona muy sensible. Algunas de estas señales son las siguientes:

  • Identifica rápidamente los estímulos de los sentidos como el ruido, el sonido, la luz, el olor, el sabor o las diferentes texturas. Estos estímulos pueden llegar a molestarle mucho.
  • Se abruma fácilmente ante personas desconocidas y multitudes.
  • Cualquier comentario se lo toma de manera personal, por lo que se siente herido con facilidad al sentirse juzgado, rechazado o criticado.
  • Capacidad para «leer» los sentimientos de los demás.
  • Sentir y almacenar emociones intensas como la ira, la tristeza o el miedo. Reprimen estas emociones aislándose o reaccionan con comportamientos extremadamente dramáticos.
  • Son más propensos a sufrir ansiedad y depresión.

¿A qué problemas se puede enfrentar un adolescente altamente sensible?

adolescente sonriente

Su característica forma de sentir el mundo que les rodea, les lleva a vivir en algunas ocasiones situaciones que son desagradables para ellos. Por eso, hay que estar alerta para que no puedan desencadenar en otros problemas para su salud mental. Veamos algunos de estos problemas los que se enfrenta un adolescente altamente sensible:

  • Síndrome del “quemado” o Burn out. Los chicos y chicas muy sensibles son más vulnerables al estrés, porque sienten con mucha intensidad tanto sus emociones como las de las personas que tienen cerca. Con las expectativas sociales de que se debe ser fuerte e incluso agresivos, los chicos y chicas sensibles se enfrentan al mayor de los desafíos: comportarse de forma contraria a su verdadero yo. Esto hará que repriman ese yo verdadero y les ocasionará bastante angustia.
  • Bullying. Cuando un niño o adolescente es percibido como un “bebé llorón”, o simplemente, diferente, puede convertirse en blanco de otros chicos u otras chicas que busquen una víctima a la que intimidar.
  • Problemas de autoestima. En la adolescencia ser popular es algo muy importante. Los adolescentes buscan la aceptación de sus iguales. Sin embargo, los adolescentes altamente sensibles no suelen tener muchos amigos ya que tienden a aislarse. Esta situación en esta etapa vital tan delicada puede ocasionarles pensamientos recurrentes dañinos, como que no les gusta a nadie o que nunca encajará en la sociedad.
  • Problemas psicológicos. Cuando los adolescentes altamente sensibles tienen que internalizar sus intensas emociones, pueden surgir problemas psicológicos como la ansiedad, la depresión, problemas de regulación de las emociones, ataques de ira o comportamientos autodestructivos que les lleven a autolesionarse.

Estrategias para tratar a un adolescente altamente sensible

chica con auriculares

Es evidente que un adolescente altamente sensible no puede ser tratada como a otro que no percibe las emociones tan intensamente. Por ello vamos a ver algunas estrategias que te ayudarán a tener mejor comprensión y relación con tu hijo o hija altamente sensible.

  • Comprensión y aceptación. Si en vez de mirar a tu hijo o hija con ojos críticos intentas conocer y comprender su visión del mundo, es decir, te vuelves consciente de su alta sensibilidad, descubrirás que no es tan débil, ansioso o histérico como pensabas. Verás la belleza que tiene en su interior, su gran amabilidad, su empatía, su honestidad, su creatividad y su capacidad de respuesta emocional. El amor y el apoyo incondicionales le darán a tu hijo o hija la confianza que necesita para enfrentarse a situaciones difíciles. Como padres, está en vuestra mano comprender y aceptar a vuestro hijo en lugar de intentar modelarlo para que no sea tan sensible. Enseñarle a levantarse tras un fracaso, a protegerse de acosadores, a mejorar su autoestima o a aprender a manejar el estrés, ayudarán a vuestro hijo a moverse dentro de la sociedad sin bloquear su alta sensibilidad.
  • Enseñar estrategias de afrontamiento positivas. Las habilidades típicas del manejo positivo del estrés pueden ser desarrollar sus aficiones, escribir un diario, pasear en la naturaleza, leer, llorar, escuchar música, hablar con un amigo, hacer yoga, la meditación o hacer puzzles o crucigramas. Cualquier actividad que le resulte relajante es necesario fomentarla para que pueda utilizarla para manejar el estrés.
  • La regulación emocional. Se refiere a la capacidad para regular los sentimientos fuertes y a reaccionar adecuadamente ante las situaciones. Los ejercicios de atención plena y de respiración tienen grandes efectos en la reducción del estrés, el crecimiento personal y la autoaceptación. Este tipo de actividades ayudarán al adolescente a aceptarse a sí mismo. De esta manera, también se ayudan los propios padres a no negar, desacreditar o enseñar a su hijo a cómo sentirse.

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