La comunicación es esencial para el correcto desarrollo emocional y social de las personas. Una parte de esa comunicación se hace a través del lenguaje verbal y otra parte importante se realiza a través del lenguaje no verbal. Hoy vamos a hablar de la comunicación no verbal en niños y cómo se desarrolla.
La comunicación no verbal nos da mucha más información que la que nos dan las simples palabras. El tono, la entonación, intensidad, gestos… dan un contenido extra a las palabras, aportando una información más emocional de la persona.
La comunicación en los niños
La comunicación no verbal es la primera que adquieren los niños y la que utilizan para comunicarse con sus padres, y la comunicación verbal la van adquiriendo de forma gradual mientras van adquiriendo el lenguaje. Cómo durante sus primeros años no hablan, la comunicación no verbal en los niños es muy importante para poder interactuar con su entorno.
Mediante la comunicación no verbal comunican sus necesidades más básicas como comer o dormir. Lo hacen a través de gestos y sonidos para llamar la atención sobre sus emociones y necesidades. Con el tiempo esta comunicación se va perfeccionando y haciendo más compleja.
¿Cómo se desarrolla la comunicación no verbal en niños?
Los bebés comienzan a comunicarse a través de expresiones faciales. Para ver los diferentes estados emocionales de tu bebé, te bastará con observarle y ver sus diferentes expresiones de ojos, cara y labios. Es una capacidad innata que se irá desarrollando con el tiempo. Es la mejor forma de trabajar la comunicación entre el bebé y tú, mientras no tenga palabra para transmitir información. Sus señales faciales te darán mucha información.
La comunicación no verbal les ayudar a los niños a desarrollar el lenguaje, el pensamiento, la empatía, la asertividad y a relacionarse mejor con los demás. Veamos cómo podemos trabajar la comunicación no verbal con nuestros hijos.
Cómo podemos trabajarla
- Mantén el contacto visual cuando hables con él. Cómo hemos visto es muy importante mirar su cara cuando son bebés, pero también cuando van creciendo. Sus gestos, posturas corporales, tono de su voz… te dará mucha más información que la que digan sus palabras. Así también le estamos diciendo que nos interesa lo que tenga que decirnos y que le prestamos toda nuestra atención. Los sentidos nos permiten estimular e interaccionar con el bebé, para trabajar la comunicación entre padres e hijos, algo tan importante.
- Ponte a su altura. Si les hablas desde arriba no conectarás de igual forma que si lo haces desde su nivel. Si está sentado siéntate enfrente, o si está tirado en el suelo si es necesario tírate tú también. Ponerse a su altura les hará sentirse comprendidos.
- Interactúa con tu hijo. Responde a sus gestos y expresiones faciales para mejorar vuestra comunicación. Sobre todo cuando es muy pequeño y solo emite sonidos y gestos.
- Responde adecuadamente a sus emociones. Si observas por sus expresiones que está enfadado no muestres también enfado. El niño lo que necesita es comprensión de una emoción muy intensa que no entiende. Escucha activamente tanto su comunicación verbal como no verbal, y que comprendes sus emociones, que son válidas.
- Pon atención a tu comunicación no verbal. Además de fijarnos en la comunicación no verbal de los niños también tenemos que fijarnos en la nuestra. Enviar mensajes contradictorios entre lo que decimos y entre lo que proyectamos les creará confusión. Elije bien las palabras, tonos y lenguaje corporal.
- Juegos. Juega con él a interpretar emociones en los rostros de los demás, de los personajes de los cuentos o en las fotos de otras personas. También podéis jugar a decir una misma frase con diferentes entonaciones para que vaya notando la diferencia entre ellas. El teatro también es una forma de jugar y aprenden habilidades sociales, donde se pueden practicar diferentes estados de ánimo y adivinar cuáles son.
Porque recuerda… el lenguaje no verbal no solo les ayuda a su desarrollo emocional y mental, sino también a nuestra comunicación con ellos.