Hace una semana hablábamos sobre la importancia de iniciar la lactancia materna durante la primera hora tras el parto: para algunas parejas de madre + bebé es más fácil, otras necesitan apoyo del personal del hospital, una asesora de lactancia, o un familiar. Los motivos que potencialmente pudieran dificultar ese comienzo de la lactancia pueden ser diversos, y algunos tienen relación con los pezones; y digo esto porque un diez por ciento de las recién mamás tienen pezones planos o invertidos, aunque esto no debería ser a priori obstáculo para amamantar, ya que el bebé mama cogiendo no sólo el pezón, sino también la areola.
¿Pezones planos o invertidos? verás, cuando al apretar entre los dedos índice y pulgar la areola no sobresale el pezón, este es plano; y se reconoce uno invertido cuando al realizar esta acción se hunde. Pero de verdad que teniendo en cuenta que el pezón existe, sólo hace falta un poquito más de paciencia, y mucha confianza en ti misma, porque lo más probable es que el bebé pueda succionar. Es verdad que se pueden presentar algunos problemas, por eso te daremos consejos que te permitan solucionarlos.
La primera recomendación es iniciar la lactancia dentro de la primera (o dos primeras) hora de vida; por muchas razones, pero en el caso de que tengas pezones planos o invertidos es importantísimo pues el bebé tiene el instinto de succión muy activo. En este artículo encontramos la aportación de una representante de La Buena Leche (Cantabria): “los pezones invertidos en reposo no cambian su posición, pero pueden ser revertidos manualmente o mediante la succión del bebé”.
La teoría nos confirma que justo el período de tiempo durante el que es necesario (o casi) iniciar la lactancia – es decir, la famosa primera hora -, llevará implícita la dificultad de que la madre y el bebé se deben conocer uno al otro. Es un momento emocionante pero que para una madre con pezones planos o invertidos podría llegar revestido de cierta inseguridad; además el bebé aún no ha agarrado el pecho (recordad: abarcando la areola), pero en cuando lo haga y compruebe que la leche sale (lo más importante), se disiparán dudas y temores.
Más consejos
Encontramos en esta publicación de Matronas de la Línea que antes de empezar a ofrecer pecho se puede estimular el pezón, y recomiendan dos técnicas cuya descripción gráfica encontraréis en la galería a continuación: son la técnica de la jeringuilla y la de Hoffman.
Para la primera se usa una jeringuilla cuya parte superior (al otro extremo del émbolo) se ha cortado, después se cambia el émbolo de lado y el borde liso se coloca sobre el pezón, cuando estiras hacia el afuera la presión estira levemente el pezón. La segunda consiste en la estimular la piel de todo el pezón (incluida areola) con las manos.
- Técnica de la Jeringa
- Técnica de Hoffman
- Técnica de Hoffman
- Hay quien estimula también mediante aplicación de frío.
- Si pruebas con diferentes posturas, descubrirás cuál facilita más el agarre.
- No ofrezcas chupetes, biberones ni leche de fórmula.
- Empieza el amamantamiento con el pezón plano o invertido (las primeras succiones son muy poderosas).
- Ya sabes que puedes tocar suavemente la barbilla para que abra bien la boca y pueda coger la areola.
- Ofrece el pecho con frecuencia.
Nadie dijo que fuera fácil, de hecho un inconveniente asociado a estos pezones es que si el bebé no se coge bien tendrás grietas, y eso duele, aunque también se puede resolver. Tu motivación es determinante, pero si puedes contar con ayuda especializada todo será más fácil.