Cuando una pareja se casa no piensa que en el futuro quizá se divorcie, eso no entra en sus planes. Pero la vida puede dar muchas vueltas y el divorcio puede ser una parte más en la vida de las personas. Una pareja que se quiso en el pasado y tuvo hijos fruto de ese amor, puede que se dé cuenta de que el amor no es el mismo y prefieran separarse o divorciarse.
También puede ocurrir que hayan problemas de pareja que no se puedan solventar y que, la mejor forma de estar todos felices e intentar encontrar la armonía en la vida es divorciándose y rehaciendo la vida de nuevo. Pero cuando hay hijos fruto de esa relación, ellos lo pasan incluso peor en los divorcios, porque no entienden por qué su estabilidad emocional se debe ver repercutida de esa forma. Es importante saber cómo ayudarles a sobrellevar este proceso para que no resulte en problemas emocionales. No te pierdas los siguientes consejos.
- Dejar claro a los niños que son amados por ambas partes. Esto les hará sentirse queridos y tranquilos. Un divorcio no significa que alguno de los padres dejen de querer a sus hijos, ni mucho menos.
- Anima a los niños a que mantengan una buena comunicación con tu ex.
- Nunca les utilices como mensajeros entre los padres.
- Ten flexibilidad en el horario de visitas.
- Nunca discutas frente a los niños. Un divorcio no es una lucha.
- No les expliques los detalles del divorcio. No necesitan saberlo, solo necesitan saber que no viviréis más juntos pero que seguiréis siendo sus padres, que son amados para siempre por ambas partes.
- No crees tensiones.
- Permite que tus hijos expresen sus sentimientos hacia la situación y que pongan nombre a sus emociones.