Consejos cuando tus hijos se portan mal

Los niños, niños son. En su investigación para descubrir el mundo y nuestros límites, los niños a veces no se portan como deberían. Y muchos padres no saben como gestionar esta situación de la mejor forma o como decirlo para que surta más efecto. Cada vez se sabe más que los castigos no son efectivos, y los padres se frustran en la dura tarea de educar. Veamos unos consejos cuando tus hijos se portan mal.

Cómo solemos reaccionar los padres

Cuando un niño hace una trastada los padres solemos hacer lo mismo casi como de forma inconsciente. Suelen ser técnicas que usaban nuestros padres con nosotros y que asumimos como válidas, o simplemente no sabemos hacerlo de otra forma.

Lo primero es regañarles. “NO, eso no se hace. Te he dicho mil veces que NO”. Repetimos constantemente lo que tienen que hacer y aún así no se consigue el resultado esperado. En el artículo “cómo decir no a un niño de forma positiva” os doy consejos para cambiar el lenguaje negativo por otro más positivo y efectivo. Se trata de dejar el no para situaciones más peligrosas para que no pierda su significado, y dejar el lenguaje positivo para el resto de las situaciones. Es mucho más efectivo y además educamos en positivo.

Luego llega la negociación. Intentar llegar a un acuerdo para agradar a las dos partes. No suele tener buenos resultados.

Y cuando ya pierdes la calma llegan los gritos. Te sientes impotente, frustrada y agotada. Nada de lo que haces parece tener efecto y tu paciencia se agota por momentos. Optas por el castigo para obtener algún resultado. Puede que sean desproporcionados, o demasiado largos o demasiado cortos. Pero los castigos tampoco suelen ser muy efectivos a largo plazo. Entonces, ¿qué podemos hacer los padres cuando nuestros hijos se portan mal? Pues os dejamos unos consejos muy interesantes que esperamos os sirvan de ayuda.

Consejos cuando tus hijos se portan mal

• No es nada personal. Aunque tus hijos te lleguen a crispar los nervios, no se comportan así para sacarte de quicio. No es algo personal, los niños te llevan al límite para saber hasta donde pueden llegar. Para que les indiques hasta donde pueden ir, y por qué, para que les digamos las cosas que no se pueden hacer y las que sí.
• Intenta conectar emocionalmente con tu hijo. Muchas veces los padres queremos zanjar cuanto antes el mal comportamiento, y se nos olvida que los niños tienen su propio mundo emocional. Déjale que se explique, pregúntale por que lo hace. Seguro que te sorprendes con la respuesta y obtengan mucha información interesante. Mejora la comunicación padre/madre-hijo/a.
• Cambia la educación del castigo por la educación en consecuencias. En el artículo “¿Castigar o educar en aplicación de consecuencias?” os explicaba los efectos secundarios del método tradicional del castigo y los beneficios de educar en consecuencia y cómo hacerlo. Los resultados son muy mejores y más efectivos a largo plazo, que es lo que nos interesa. Las reglas deben ser claras, concisas y conocidas por todos, y también saber la consecuencia de no cumplirlas. Las consecuencias deben aplicarse para que tengan efecto.
• Hazlo en privado. Si tienes que darle un toque de atención hazlo en privado. Si se le corrige en público puede resultar contraproducente y tener el resultado contrario. Se felicita en público y se llama la atención en privado. Así el niño estará atento a tus palabras y no a cómo los demás deben de estar viendo la situación.
• Estar atento a su comportamiento. Normalmente ya hay señales en su comportamiento que nos indican que la cosa puede ir a más. Intenta cortar ese comportamiento antes de que se le vaya de las manos y vaya a más. Así evitaremos situaciones desagradables antes de que ocurran.

Porque recuerda… no te olvides que son niños, no pueden controlar su comportamiento como lo haría un adulto. Sé paciente y aprovecha esos momentos para enseñar a tu hijo valores, límites y disciplina positiva.