No hay nada más emocionante que decorar una habitación infantil, ya que te permite desarrollar toda tu creatividad para crear un espacio perfecto para los más pequeños de la casa. A medida que los niños crecen, van cambiando sus necesidades en cuanto a espacio, por lo que es necesario transformar su cuarto de bebé, en una habitación perfecta donde jugar, crecer y desarrollar todo su potencial artístico.
Eso sí, sin olvidar que su habitación debe ser también un templo del descanso, del confort y donde los niños puedan encontrar la calma y la paz que también necesitan diariamente. Si crees que ha llegado la hora de hacer algunos cambios en la habitación de los niños, no te pierdas estos consejos. Con unos sencillos cambios y un presupuesto ajustado, podrás crear un espacio perfecto para tus hijos.
Cómo decorar una habitación infantil
Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta a la hora de decorar una habitación infantil, es elegir los colores apropiados. Teniendo en cuenta los gustos de los niños, ya que se trata de su habitación, debes elegir aquellos colores y tonos que sean relajantes, que inviten al descanso y la concentración. Los mejores colores para las paredes de una habitación infantil, son aquellos en tonalidades pastel, poco estridentes y que no inviten al despiste.
Cualquier color puede resultar perfecto, siempre que no sea demasiado llamativo y que se combine con otros colores más apagados. Si prefieres pintar las paredes en blanco, puedes elegir otras formas de añadir color a las paredes, con vinilos decorativos por ejemplo. Incluso, puedes añadir calidez al dormitorio colocando un papel pintado en una de las paredes.
Pocos muebles pero muy funcionales
La habitación de los niños debe estar lo más libre de muebles posible, de forma que tengan espacio suficiente para jugar tranquilamente. Para que todas sus cosas puedan estar bien organizadas, es esencial pensar en el espacio de almacenaje, las cajas apilables, las estanterías y cualquier elemento que esté apartado del suelo, será perfecto para mantenerlo todo el orden.
Procura que todo tenga un sitio asignado, es decir, los libros en una librería, los peluches en un baúl o en cajas de almacenaje, los disfraces en el armario, etc. De esta forma, los niños aprenderán a tener todas sus cosas siempre bien organizadas y recogidas. Algo que es fundamental a la hora de mantener una buena rutina de sueño, es tener la habitación recogida antes de dormir.
Una zona creativa
Los niños utilizan el arte para expresar sus emociones, por lo que es esencial que cuenten con los materiales necesarios para ello. Una forma muy sencilla de hacerlo, es colocando un vinilo efecto tiza en una de las paredes de su habitación. Se trata de un material fácil de colocar, se limpia con un trapo húmedo y pueden pintar con tiza tantas veces como quieran. Además, puedes recortarlo con la forma deseada y también formará parte de la decoración de la habitación.
La iluminación
Tener en cuenta la iluminación es fundamental a la hora de decorar una habitación infantil. A partir de cierta edad, los niños comienzan a realizar deberes y trabajos para la escuela. Por lo que necesitan contar con un espacio apropiado para ello. En su dormitorio debe haber una mesa o escritorio adaptado a su tamaño, que debe estar colocado en una zona donde se pueda aprovechar la luz natural, siempre que sea posible. Si la habitación no es muy luminosa, es fundamental añadir puntos de luz en aquellas zonas donde sea más necesario.
Ten en cuenta los gustos y las opiniones de tus hijos, de forma qué, su habitación sea un lugar atractivo para ellos y donde puedan encontrarse en su sitio. Los niños también necesitan tener su espacio, donde puedan sentirse cómodos y donde quieran pasar el tiempo que necesitan. A la hora de tomar decisiones, pregúntales su opinión, dales varias opciones entre las que ellos puedan elegir, y su habitación será un templo de felicidad para tus hijos.