Consejos para una lactancia materna exitosa

capacidad para dar pecho a tu bebé

Desde que nos quedamos embarazadas, o incluso antes de estarlo, imaginamos como será la vida con nuestro bebé. Soñamos con escenas maternales donde en la claridad del día sentadas en una mecedora amamantamos a nuestro bebé. La mayoría de las mujeres tienen intención de dar lactancia materna exclusiva a su bebé, pero después del parto esta decisión se entorpece por factores externos (casi siempre) y la lactancia se ve interrumpida.

En la mayor parte de los casos el fracaso con la lactancia materna se podría solucionar con un correcto asesoramiento; recordad que vuestras madres o abuelas o incluso otras madres no son asesoras de lactancia. Casi todas las mujeres de tu entorno, y de esto estoy segura, dicen que no han podido dar el pecho por X o por Z (normalmente porque se quedaban sin leche). La nueva maternidad asusta, y pensar que tu leche no está alimentando a tu bebé te puede llegar a dejar apartada la idea de la lactancia materna exclusiva y comenzar una artificial sin necesidad de ello. Con estos consejos las probabilidades de que la lactancia materna fluya entre tu bebé y tú de forma natural son altas:

Infórmate, pero sobre todo, confía en tus capacidades

Infórmate, pero no mediante el boca a boca de tu entorno. Consulta webs especializadas en lactancia materna y habla con tus matronas. Te recomiendo no hacer consultas de lactancia con mamás pro-biberón. Cuidado con los pediatras ya que muchos están totalmente desactualizados. Que nadie te haga dudar de tus capacidades para dar el pecho; eres un mamífero, tus pechos están hechos para alimentar una nueva vida. Da igual que tu madre o abuela no hayan podido dar el pecho. A no ser que haya un problema verdadero físico u hormonal, todas las mujeres estamos capacitadas para dar el pecho. Y tú también, así que muchísima positividad y confía en tu cuerpo.

Más teta, menos reloj

No le pongas horas al pecho. La tradición del pecho, como yo la llamo, es ofrecer el pecho cada 3 horas y no más de 20 minutos. Con este ejemplo entenderás que no tiene sentido: si a ti te ponen un vaso de agua habrá horas en las que solo quieras un trago y habrá horas en las que te lo beberás de una sola vez. Si después de ese primer trago en el que no te has acabado el vaso, quisieras otro y no te lo dieran a pesar de tu sed, ¿qué harías si ni pudieras comunicarte? Llorar.

La gente pensaría que ese agua no te ha calmado la sed, que no es agua de calidad y la cambiarían por otra. Lo mismo pasa con la lactancia materna. Hay que dejar que el bebé vacíe bien los pechos y a veces le puede llevar 20 minutos y otras veces 1 hora. Lo ideal es ofrecer un solo pecho en cada toma; con esto te aseguras de que el bebé llega a la parte grasa de la leche que es la más satisfactoria. lactancia materna recien nacidos

Ni agua ni zumo

Otros líquidos que no sean leche materna no son necesarios hasta aproximadamente los 6 meses que es cuando comienza la alimentación complementaria. Muchas madres y lo que más delito tiene, pediatras, te aconsejan dar agua en vez de pecho cuando el bebé llore para que no se acostumbre a estar todo el día pegado. La leche es en su mayoría agua; calma la sed de tu bebé y su parte nutritiva le alimentará para ayudarle a crecer sano, cosa que el agua no hará.

Los zumos por muy naturales que sean no son necesarios. La fruta tienes grandes cantidades de azúcar no necesaria para un bebé tan pequeño. En casos de estreñimiento, muchos pediatras recomiendan dar un poco de pulpa de naranja. Hablamos de estreñimiento cuando al bebé le cuesta mucho evacuar y hace heces muy duras y pequeñas. Los bebés de pecho pueden estar más de una semana sin manchar un pañal y después de ese periodo, hacer heces normales y pastosas sin ningún esfuerzo.

«Ayuditas» que acaban con la lactancia materna

Desde que tu bebé nace oirás la palabra «ayudita» un millar de veces. Los famosos 15 mL de ayuda tras las tomas de pecho son lo que en muchas ocasiones frenan la lactancia materna. A medida que tu bebé crece va a necesitar succionar más tiempo para favorecer la subida de más cantidad de leche. Es importante que te informes sobre las crisis de la lactancia para que llegado el día de su primer brote, no pienses que te quedas sin leche.

Las ayudas de leche artificial solo se deberían de usar en casos en los que la madre tuviera una disminución de producción de leche por un problema hormonal. Pero cuidado al usar biberones (y chupetes) ya que confundirás al bebé e interferirán con la lactancia materna.

Y como consejo personal, no hagas caso de las personas que se entrometen entre la teta de tu bebé y tú. Vosotros sois quienes le ponéis principio y final a vuestra lactancia.

la lactancia materna es la mejor opción



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  1.   Macarena dijo

    ¡Buen artículo Yasmina! Yo solo querría apuntar que efectivamente en ausencia de un profesional actualizado o de un entorno informado, es mejor acudir a grupos de apoyo a la lactancia, en los que las asesoras cumplen su misión con éxito. Sin embargo, hay madres o abuelas que no se han formado pero tienen sabiduría, y sobre todo si son pro lactancia, a priori yo si que contaría con ellas.

    Por ejemplo, mi madre amamantó poco tiempo, mi abuela más de 2 años, De hecho aunque ya no vivía cuando mi mayor nació, yo no hacía más que pensar en ella y decirme: «si tu pudiste, yo podré», y así nuestra lactancia duró 3 años, ahí es nada… aunque las he conocido más largas.

    Un abrazo.