La organización y planificación en casa es esencial, especialmente si tienes niños. Una de las tareas que se repite cada día es la cocina, irremediablemente hay que preparar desayunos, comidas, cenas y demás. Por ello, es fundamental tener una planificación del menú diario en una casa donde hay niños. Ya que de lo contrario, perderás gran cantidad de tiempo cada día pensando en la siguiente comida.
Y no solo eso, el carro de la compra se economiza notablemente cuando se hace una compra planificada para varios días. Así qué, con una buena planificación podrás ahorrar no solo tiempo, sino también que también podrás ahorrar en los alimentos que compras. Quizá te parezca algo demasiado complicado, pero con unos sencillos consejos podrás preparar un menú diario nutritivo y saludable para toda la familia.
El primer paso, una lista de alimentos y comidas habituales
Las comidas de cada día deben incluir los grupos de alimentos recomendados, para cubrir las necesidades nutricionales esenciales de los niños. Como ya sabes, se recomienda tomar unas 5 piezas de fruta al día y que las verduras estén presentes tanto en la comida como en la cena. En cuanto al resto de grupos de alimentos, te dejamos en el enlace la pirámide alimentaria para que puedas usarla como referencia.
También es importante tener en cuenta las comidas habituales que soléis tomar en casa, porque en esos mismos platos puedes hacer variaciones para terminar de cubrir todas las necesidades nutricionales. Por ejemplo, los platos de pasta pueden incluir verduras y es algo que no se hace habitualmente. Tener todos tus platos anotados, te permitirá organizarlos mejor a lo largo de toda la semana y mejorarlos en cuanto a los ingredientes utilizados.
El menú diario
Para planificar de forma eficiente el menú diario, puedes utilizar una pizarra que se borre con facilidad o una sencilla libreta. Si conservas tus notas podrás utilizarlas para organizar el menú de otros días, de forma que pronto tendrás la semana planificada sin apenas esfuerzo. Muchas personas se olvidan de incluir el desayuno o la merienda en la planificación del menú.
Sin embargo, son comidas muy importantes que se deben pensar bien para que no terminen por convertirse en una comida rápida y poco saludable. La merienda es un ejemplo, es una comida muy importante ya que supone el aporte de energía necesario para que los niños puedan completar sus actividades antes de la noche. No se debe pasar por alto la merienda, ni recurrir a un producto procesado poco saludable y nada nutritivo.
Lo mismo ocurre con el desayuno, muchos niños se levantan con poco apetito y rechazan tomar prácticamente cualquier cosa que se tenga que masticar. Tener planificado el desayuno de forma que los niños puedan tomar algo que les guste, te permitirá ahorrarte tiempo y disgustos. Para el desayuno no hay nada mejor que un buen batido casero, puedes incluir lácteos, frutas, cereales e incluso verduras.
Ejemplo de menú
Teniendo en cuenta los gustos de tu familia, puedes crear un menú diario apropiado para todos. Es importante no caer en la trampa de preparar un plato diferente para cada uno, ya que te llevará un montón de tiempo cada día y les acostumbrarás a comer a la carta. A continuación de tejamos con un ejemplo de menú diario que puede servirte de inspiración para planificar el menú de tu familia.
- Desayuno: Un batido casero preparado con leche, copos de avena, plátano y fresas.
- A media mañana: Galletas caseras de avena y chips de chocolate, un zumo de frutas natural.
- Para comer: Garbanzos con pollo y verduras, boquerones fritos de segundo y para el postre, un yogur griego con trozos de fruta fresca.
- Merienda: Tortitas de avena y plátano con un vaso de leche, un zumo de frutas natural o un batido casero con leche y frutas.
- Para cenar: Opta por alimentos ricos en triptófano (como los huevos o el plátano), ya que es un relajante natural que favorece el sueño. Por ejemplo, una tortilla a la francesa con queso y jamón cocido, acompañada de verduritas tiernas.