Para evitar los accidentes, es fundamental extremar las precauciones y cuidados del bebé en piscinas. Porque cualquier despiste puede resultar un grave error en muchos aspectos diferentes. El calor, el cambio de temperatura del agua, los rayos solares y otros peligros, acechan a los bebés en un lugar tan divertido como las piscinas. Por ello, es esencial tener en cuenta todo lo que puede ocurrir.
Porque solo así estarás bien preparada para evitarlo y disfrutarás de un día de piscina con tu bebé y con la máxima seguridad. Ahora que estamos en pleno verano y llegan los largos días en la playa o en la piscina, te contamos cuáles son los peligros y cuidados que debes tener para disfrutar con tu bebé en la piscina. Toma buena nota, porque en cualquier caso, prevenir es mejor que lamentar, especialmente al tratarse de bebés.
Cómo proteger al bebé en la piscina
Pasar un día de piscina con el bebé puede ser maravilloso y generar unos recuerdos imborrables. Pero si no vas bien preparada, es posible que tengas más de un susto. Planifica bien el día y así podrás evitarlo, lo que tienes que tener en cuenta son los siguientes puntos.
- La protección solar. Para el bebé, lo más recomendable es utilizar un traje de baño especial que evita los rayos del sol. Hoy en día se pueden encontrar a muy buen precio en cualquier tienda. No le dará calor y protegerás su piel totalmente. Ahora bien, no te olvides de utilizar factor de protección solar muy alto y especial para bebés para las zonas que no quedan protegidas por el traje de baño.
- Una gorrita para la cabeza. Igual que no deben llevar la cabeza al aire con el frío, no la deben llevar expuesta al sol.
- Evita la exposición directa al sol. Si estás en el agua, el bebé debe llevar el sombrero todo el rato y es preferible que sean ratos cortos. El resto del tiempo procura estar a la sombra, para que el bebé no sufra con el exceso de temperatura.
- Cuidado con los cambios de temperatura bruscos. Después de estar fuera del agua donde hace mucho calor, debes tener cuidado al meter al bebé en el agua. La temperatura de esta es mucho más fría y el contraste puede provocar un cambio de temperatura brusca en el pequeño. Ve humedeciendo poco a poco su cuerpo y si ves que reacciona bien, sumérgelo contigo poco a poco.
- Elimina los restos de cloro de la piel del bebé. Después del baño en la piscina (con 15 o 20 minutos será más que suficiente), refresca al bebé con agua dulce de las duchas de la piscina. Así podrás evitar que el cloro reseque la delicada piel del bebé.
Otros cuidados a tener en cuenta
Además de los peligros del sol y el calor, es fundamental tener en cuenta que en la piscina pueden darse accidentes de todo tipo, en cuestión de segundos. Por una parte, jamás se debe quitar la vista del bebé, ni por un segundo. Ni siquiera cuando esté fuera del agua, porque hay que observar que el tolere bien el calor. En bebés menores de 6 meses, no está recomendado ni la exposición al sol ni el baño en la piscina.
Por otra parte, es esencial evitar que el bebé pueda tragar agua de la piscina, por lo que debes estar pendiente del pequeño todo el tiempo que esté en el agua y no sumergir su cabeza. Para refrescarlo, puedes mojarlo un poquito con tus manos por el cuello y la cabecita. Y recuerda, un ratito de piscina será más que suficiente para disfrutar de un rato de verano en familia. No es necesario exponer al bebé a esos cambios tan bruscos y cuando sea un poco mayor, lo disfrutará mucho más. Con estos consejos, podrás disfrutar de tu bebé en la piscina con todas las precauciones y la mayor diversión.