Muchos bebés nacen con las uñas largas y es algo totalmente normal ya que desde que se formaron no han dejado de crecer. La única pega es que los recién nacidos, por lo general, tienden a llevarse las manitas a la cara y al ser sus movimientos todavía descoordinados, pueden arañarse y en algunos casos en repetidas ocasiones. Al tener la piel tan sensible y fina, cualquier rasguño les deja marca.
Los padres solemos, con nuestra mejor intención, arreglarlo poniéndoles unas manoplas en cuanto nacen. Se ha demostrado que los bebés necesitan desarrollar el tacto en sus manos y conocer el mundo a través de ellas por lo que las manoplas se han empezado a desaconsejar por muchas matronas en muchas clases de preparación al parto. Si tu bebé nace con las uñas algo largas y te quedas más tranquila cortándoselas, estos consejos tal vez puedan ayudarte:
- Usa unas tijeras pequeñas de punta redondeada; son más recomendables que los cortaúñas ya que nos permiten maniobrar mejor y tener más precisión en el corte.
- Córtalas mientras duerma; evitaras el riesgo de cortarle la piel por un movimiento que pudiera hacer.
- Aunque los bebés tienen las uñas muy blandas, tal vez te resulte más fácil arreglárselas después del baño.
- No las dejes demasiado cortas ya que puedes cortar la piel que tienen por debajo. Un truco para evitar esto es separar un poco la uña de la piel, apretando suavemente la yema del dedo del bebé.
- Tómate tu tiempo, y si no te atreves, pide a alguien que te enseñe a hacerlo para ganar seguridad. Verás que es más fácil de lo que parece.
Con estos consejos seguro que triunfáis en vuestra intención de dejar cortas las uñitas de vuestro bebé. A medida que crezcan resultará cada vez más difícil porque no dejarán de moverse y no se dejarán inmovilizar la mano, por lo que el truco de cortárselas mientras duerma será vuestro mejor aliado.