La crisis de lactancia a los 15 días es uno de los primeros momentos que viviremos con nuestro bebé y que seguro, nos pondrán más que nerviosas. Pero es algo habitual y debemos llevarlo de la mejor manera posible, tanto por nosotras como por nuestros peques. Porque en general viviremos varias crisis de este tipo en momentos diferentes de su crecimiento.
Así que, tenemos que estar lo más preparadas posible, aunque luego, la realidad supera con creces la ficción. Aún así conviene saber de qué se trata, cuánto suele durar y qué podemos hacer para llevarla mucho mejor. Conocidos también como brotes de crecimiento, debes saber de antemano que es algo totalmente natural. ¡Descubre más!
Cómo saber que estamos ante la crisis de lactancia a los 15 días
No siempre aparece a los 15 días justamente, sino que más o menos se da durante esa semana. Lo sabrás porque el bebé está más irritable, lo que hace que llorará más. Demandará más tiempo el estar en el pecho y a veces, notamos que son más cortas las tomas pero más seguidas. Pero por esto no debes preocuparte porque seguirás proporcionándole el mejor alimento, aunque tú te notes un poco menos hinchada. Ya que es cierto que también hay ciertos cambios en el pecho, pero esto es debido a que la leche no se acumula como en otros momentos, por la alta demanda. Mientras el bebé siga creciendo y estando en su peso, cuando acudes a los controles, lo demás será pasajero.
Cuánto duran este tipo de crisis
Hay que decir que no tiene un tiempo exacto de duración. Porque siempre depende de cada bebé, pero te diremos que un par de días mínimo, a veces se puede extender a tres o cuatro como mucho, por regla general. Por lo que ahí insistimos de nuevo en que necesitas armarte de paciencia. Esta es la primera crisis que tendrá tu bebé pero que te enseñará cómo actuar para las siguientes.
Qué debo hacer ante una ella
En primer lugar debes tener en cuenta que es algo pasajero, que agota sí, pero que en unos días todo volverá a estabilizarse. Así que partiendo de ello, puedes poner en práctica los siguientes consejos para mejorar el momento de la crisis:
- Ofrece el pecho antes de que llore: al hablar de crisis, los bebés estará mucho más irascibles que de manera habitual. Por eso, siempre conviene ofrecer el pecho antes de que se pongan a llorar a pleno pulmón. Irás viendo señales y cuando se lleven su puño a la boca o se muestren ligeramente inquietos, es el momento. Pero ojo, tampoco fuerces la toma, si no quiere en ese momento, no pasa nada.
- Prepara un ambiente tranquilo: cuando el bebé está más nervioso no le ayudará ni la luz ni tampoco los ruidos ensordecedores, como es habitual. Por eso siempre es mejor optar por un lugar que sea tranquilo, con poca luz, ofreciéndole algún ruido blanco que los concentre y los relaje, al mismo tiempo que le das el pecho.
- Consulta siempre con tu médico: siempre que tengas alguna preocupación, no está de más consultarlo con el médico. Pero a priori te diremos que su tu bebé está bien, creciendo como es natural, no debes preocuparte de más. Tal y como hemos avanzado, son solo unos días en los que quizás no coma como otros, esté más irritable y llore más, pero solo se trata de un proceso.
- Más tiempo fortaleciendo el vínculo: en ocasiones verás cómo tu bebé parece no despegarse de ti. Aunque puede ser agotador, es cierto que tiene su lado muy bueno y es que cuanto más esté en el pecho, más va a estimularlos y a producir más leche. Sin olvidar de que sigue fortaleciendo el vínculo entre madre e hijo.
Tras haber pasado esos días intensos y estresantes, verás cómo todo vuelve a la normalidad. Sí, hay más crisis de lactancia pero volverás a superarlas con éxito porque ya conocerás sus ‘síntomas’ y cómo debes actuar.