Toda cara A tiene su cara B y las nuevas tecnologías no son una excepción. Estas nos han facilitado el acceso a información, agilizado la realización de determinadas actividades y proporcionado otra forma de conocer gente con intereses afines, pero también han promovido una nueva forma de acoso, el ciberbullying, con consecuencias muy graves para nuestros hijos.
El ciberbullying se convierte en noticia muchas semanas. En un peligro sobre el que educar y del que hablar con nuestros hijos. Porque podemos protegerlos mientras son pequeños con herramientas como el control parental, pero es mas difícil hacerlo una vez llegada la adolescencia. ¡Conoce las consecuencias del ciberbullying y aprende a detectarlas!
¿Qué es el ciberbullying?
El bullying es un acto de acoso o intimidación reiterativo cuyo fin es causar daño y que necesariamente implica la participación de una víctima y un agresor. Y el ciberbullying no es algo diferente, pero sirve para referirse concretamente a aquel que se ejerce por medios telemáticos.
El ciberbullying se ejerce mediante llamadas o mensajes intimidatorios al móvil, pero también a través de la difamación y la humillación de la víctima en redes sociales y páginas webs. Son muchas las formas de violencia, siendo los mas comunes la/el…
- Exclusión: Consiste en no dejar participar a la víctima en un espacio determinado, como un chat de whatsapp.
- Hostigamiento: Envío de forma reiterada de mensajes ofensivos a la víctima por parte, generalmente, de un grupo de hostigadores, en redes sociales y whatsapp.
- Denigración: La publicación y difusión de información despectiva y falsa de la victima difundida gracias a las nuevas tecnologías. Puede ser en forma de texto o a través de imágenes manipuladas.
- Suplantación: Cuando el acosador accediendo a los perfiles sociales de la víctima se hace pasar por esta, mandando comentarios ofensivos o negativos o otras personas en su nombre.
Estas son solo algunas de las formas de violencia que contempla el ciberbullying y que ocurren de forma simultánea a las del bullying tradicional. Por eso al abordar el tema, es preciso siempre contemplar ambos ámbitos. Por desgracia, pocas veces caminan solos cuando tanto agresores como víctimas son niños.
Consecuencias del ciberbullying
A través de distintos estudios, se ha demostrado que las consecuencias del ciberbullying en los niños no son muy diferentes a las causadas por el bullying tradicional. Sin embargo, el hecho de que la agresión no termine en el espacio escolar y siga dentro de casa, lleva a acelerarlas. ¿Y cuáles son estas consecuencias?
- Pérdida de interés por los estudios. Una bajada del rendimiento escolar y una también de la asistencia al aula, convertida en un infierno.
- Desarrollo de baja autoestima. Ven mermada su autoestima y autoconfianza, lo que se percibe generalmente en unos peores resultados académicos y en la merma de sus relaciones sociales.
- Problemas de comportamiento. El ciberbullying produce sentimientos de ira, rabia, tristeza, frustración e indefensión en las víctimas, lo que provoca cambios de comportamiento tanto fuera como dentro de casa con sus padres.
- Aislamiento. Es habitual que la víctima decida aislarse y no es raro que acabe viviendo detrás de varias pantallas, donde puede decidir quien es.
- Trastornos del sueño. El acoso reiterado y los sentimientos que este provoca impiden dormir causando en muchos casos insomnio.
- Problemas de alimentación. Los problemas de alimentación también son habituales. La baja autoestima y la necesidad de controlar algo de lo que ocurre a su alrededor son algunas de las cusas.
- Problemas psicosomáticos como dolor de cabeza o de estómago.
- Autolesiones. Cuando no se tienen herramientas para paliar el dolor emocional que se siente por la situación, es fácil pensar que el dolor físico puede paliarlo.
- Depresión, ansiedad y estrés postraumático.
- Pensamientos suicidas.
Una buena comunicación con tu hijo será esencial para poder buscar ayuda profesional temprana y paliar las consecuencias del ciberbullying. Así como para denunciar la situación en el colegio y dar la oportunidad a este de que tome las medidas necesarias para volver a proporcionar al niño un espacio seguro.
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