A menudo los padres y las madres son excesivamente sobreprotectores con los hijos, con todo el amor del mundo con el objetivo de que no sufran el más mínimo daño. Sin embargo, esta forma de criar a los pequeños, en una especie de burbuja protectora, impide que puedan alcanzar los grados de autonomía apropiados para cada etapa de la infancia.
Que los niños sean autónomos es una tarea fundamental de los padres y las madres, porque de esa libertad de explorar depende que los hijos aprendan a desenvolverse por el mundo y el entorno que les rodea. Para saber qué debe ser capaz de hacer por sí mismo un niño en cada etapa, existen una serie de tablas generales realizadas en base a la experiencia media de los niños según su edad.
Los grados de autonomía en los niños
Si crees que estás protegiendo a tu hijo en exceso y que eso le impide ganar autonomía, es posible que debas comprobar si es capaz de hacer las cosas establecidas para él según su edad.
Entre los 3 y los 4 años
Los niños deben ser capaces de manejar los utensilios de cocina con cierta agilidad. Comen correctamente con la cuchara, empiezan a manejar el tenedor y son capaces de sostener la taza por el asa. También empiezan a mostrar interés por usar el cuchillo, para fomentarlo, deja que se unte la mantequilla en el pan o que corte cosas blandas como un plátano.
También son capaces de vestirse y desvestirse, al menos de quitarse las prendas y desabrocharse los zapatos. Todavía es pronto para abrochar y desabrochar los botones, pero un buen grado de autonomía llevará al niño a querer hacerlo pronto. Con esta edad pueden usar una servilleta para limpiarse mientras comen, además de abrir y cerrar el grifo para lavarse las manos.
Además, con esa edad también son capaces de subir las escaleras alternando los pies y pueden colgar su abrigo en una percha, así como la mochila al llegar del colegio. Coloca unas perchas a su altura en la entrada de casa, así podrá practicar esta tarea que ya realizan en el colegio cada día.
De los 4 a los 5 años
Ya son capaces de comer solos y usar bien el tenedor. También puede peinarse, vestirse e incluso abrocharse los botones. Ponerse los zapatos y quitárselos, eso sí, los zapatos con velcro y no con cordones para lo que todavía es pronto. Un buen grado de autonomía en esta edad pasa por que el niño sea capaz de lavarse la cara, los dientes y las manos, incluso ir al baño.
Además, puede empezar a realizar pequeñas tareas domésticas, como ayudar a poner y quitar la mesa, tirar las cosas a la basura o colocar y ordenar sus juguetes. Fomenta su autonomía encargándole tareas que pueda realizar, como dar de comer la mascota, hacer su cama o poner la ropa sucia en el cesto.
Entre los 5 y los 6 años
El niño ya empieza a manejar con cierta soltura el cuchillo y cada vez come mejor con los cubiertos de mayores. Puede vestirse solo, abrochar la cremallera del abrigo y cerrar los botones, empieza a aprender a abrocharse los cordones aunque necesitará práctica. Es consciente de que todas las cosas no son suyas, aprende a respetar las cosas de los demás y a cuidar las suyas propias.
Cómo ayudar a los niños a alcanzar los grados de autonomía
Aunque estas son algunas cosas que los niños deben hacer de forma autónoma según su edad, existe excepciones y por ello nunca hay que compararlos. Muchos niños maduran un poco más despacio y necesitan más tiempo para ser capaces de realizar tareas con autonomía. También hay que contar con que muchos niños tienen diversidad funcional, aunque en esos casos también hay que ayudarles a ser autónomos, aún más si cabe.
Que tus hijos sean capaces de vestirse o comer solos, sin tu ayuda, no significa que dejen de necesitarte. En muchos casos las madres se aferran a los hijos como si al crecer dejasen de tener un papel en la vida. Pero que sean autónomos y capaces de enfrentarse al mundo, es parte esencial de su desarrollo. Ayudar a tus hijos a crecer y ser independientes es la mejor manera de asegurarte de que siempre serán capaces de cuidar de sí mismos.