Saber cuándo beben agua los bebés, es algo muy importante ya que de forma inocente, se puede causar daños en el inmaduro sistema digestivo al introducir alimentos o agua antes de tiempo. Primero debemos hacer una clara diferencia, entre los bebés menores de 6 meses y los que ya pasan de esa edad. Los menores de 6 meses se deben alimentar exclusivamente de leche, preferiblemente materna.
Este alimento supone una fuente de hidratación adecuada para los lactantes y por ello no es necesario añadir agua a su dieta. No obstante, la climatología y las necesidades concretas de cada caso pueden cambiar esta norma. Ya que, en lugares muy cálidos, con temperaturas muy elevadas y climas secos, el pediatra puede recomendar que el bebé tome algo de agua aún cuando este es menor de 6 meses.
Eso sí, siempre debe ser bajo la recomendación del pediatra. Porque no es lo mismo un bebé de 5 meses, que uno de 3 meses. Al igual que se debe tener en cuenta la edad gestacional del bebé en el momento de nacer, porque esto supone grandes cambios en la maduración de sus órganos. En definitiva, antes de darle algo de beber a tu bebé, consulta con su pediatra para evitar posibles consecuencias.
¿Cuándo deben beber agua los bebés?
La teoría dice que a partir de los 6 meses de edad, cuando comienza la introducción a los alimentos, es también el momento de empezar a dar agua a los bebés. Siempre teniendo en cuenta que hasta que cumplen el primer año de vida, el alimento principal debe ser la leche y con ella se cubren las necesidades diarias de líquido. Es decir, puedes darle pequeñas cantidades de agua, a pequeños sorbitos y para que se vaya familiarizando a ella.
Sin embargo, esto cambia a partir de los 12 meses, ya que desde que el bebé cumple el año aproximadamente, la leche pasa a ser un complemento y la alimentación se basa en los alimentos sólidos. Los especialistas recomiendan continuar con la lactancia materna prolongada al menos hasta los 2 años, por lo que, si lo deseas, puedes mantener la lactancia aún cuando tu bebé ya coma alimentos sólidos con normalidad.
Pero en este caso es muy importante que el bebé tome agua, ya que esta se convierte en la principal fuente de líquidos para el bebé. Recuerda que el agua debe ser el único líquido que tome el bebé, porque los zumos, aún siendo naturales, aportan exceso de azúcares y sustancias poco saludables. Los alimentos también aportan agua, por lo que no debes preocuparte si al principio tu bebé la rechaza.
Cómo introducir el agua en la alimentación del bebé
La introducción a los alimentos puede ser muy variable, en función del propio bebé, de los conocimientos y deseos de los padres e incluso, de las del propio pediatra. Hoy en día la alimentación complementaria no se reduce a la forma tradicional, en forma de purés y papillas. El Baby Led Weaning (BLW) se ha convertido en una de las opciones más seguidas por las familias.
Porque de esta forma, el bebé prueba el alimento en su forma natural y puede acostumbrarse a su sabor y textura de una sola vez, sin tener que pasar por varios procesos en pocos meses. Sea cual sea tu opción, las pautas para introducir los alimentos es muy similar. El bebé debe probar los alimentos de uno en uno, dejando algunos días entre cada nuevo alimento y dejando que el pequeño se acostumbre poco a poco a los nuevos sabores.
Lo mismo ocurre con el agua, se trata de ofrecerla de forma natural, a la vez que nosotros la tomamos, en las comidas o a lo largo del día. En ningún caso se debe obligar al bebé a tomar agua, porque durante sus primeros meses todo es un aprendizaje y para alimentarse e hidratarse de forma correcta, solo necesitan un buen aporte de leche. Evita los biberones a partir de los 6 meses, prueba con vasos de aprendizaje para que de nuevo, el bebé no tenga que pasar por otro proceso poco tiempo después.