Un empacho es síntoma de haber comido demasiado y ocasiona un sentimiento de saciedad total y del sentimiento de estómago lleno, incluso en algunas ocasiones se llega a vomitar. Un bebé empachado también sufre de estos incidentes y es que es difícil atisbar cuando están llenos porque muchos de ellos no saben expresarlo.
Es más complicado detectar cuando el bebé puede estar saciado. Reconocer el problema hará que prestemos atención a todos los movimientos, forma de actuar y el llanto del bebé. Este hecho es más habitual de lo que se piensa y para casos así podemos indicar algún tipo de remedio casero para que el bebé se sienta más calmado.
¿Por qué un bebé se empacha?
Un bebé empachado es cuando ha sido alimentado más de lo que debía. Muchos de ellos no pueden parar de comer y no tienen control, por lo que muchos padres creen que todavía les puede entrar un poquito más de comida.
Se produce por la simple razón de que se cree que el bebé no ha comido lo suficiente y muchas veces acaba siendo una obligación que termina en malas consecuencias. En otras ocasiones cuando se le implanta a un bebé la comida complementaria puede ser que le esté gustando demasiado.
En este caso comen sin parar, muy deprisa y sin controlar la cantidad que están comiendo. Muchas veces se está comiendo alimentos demasiado pesados que son difíciles de digerir.
El empacho en niños más mayores es diferente. En estos casos el niño reconoce cuando su estómago está lleno y tiene la capacidad de avisar que ya no quiere más alimento. Los bebés no tienes esa facultad y muchos de ellos acaban empachados. A continuación reseñamos algunas señales que nos pueden alertar de cuando el bebé está empachado.
- Si se le está dando el biberón el bebé puede apartar la cabeza y tener una regurgitación de la comida.
- Presencia de la barriga distendida, pues en realidad es que el estómago está demasiado lleno, en estos casos suelen venir con un pequeño llanto porque al bebé tiene dolor estomacal.
- Tienen una apariencia pálida en su rostro, con sudoración.
- Aparecen síntomas de náuseas y en algunos casos se produce el vómito.
- La presencia de hipo.
- Se presenta con diarrea o con heces muy duras, generalmente siendo de color negro y pegajosas.
Qué hacer cuando el bebé tiene un empacho
Hay que reseñar que no existe mejor tratamiento que intentar aliviar el empacho con mucho cariño y con la ayuda de las manos, ya que no existe ningún tipo de medicación. Tan solo hay que ser paciente y esperar alrededor de unas 12 horas a que se calme.
Ante estos hechos, hay que conocer al detalle cuando el niño ha sufrido empacho e intentar evitar que vuelva a suceder en otros momentos. Si ha sucedido y ya no hay marcha atrás se puede aliviar el empacho con algunos de estos consejos:
- Se puede dar un masaje suave en la barriga del bebé. Podremos hacerlo con la ayuda de aceite especial para bebés. Se ha de practicar un movimiento circular y en dirección de las agujas del reloj, siempre rotatorios. También se pueden usar paños mojados de agua tibia y colocados sobre la barriga para calmar el dolor.
- Ante todo, no le fuerces a comer si ha pasado un tiempo, es necesario que el bebé todavía tenga ese malestar y no quiera comer. Habrá que espera a que de indicios de que tenga apetito.
- Si tiene dolor de estómago y persiste en el tiempo es aconsejable llevar al bebé al pediatra para que descarte que no se trate de otros problemas.
- Si el bebé sufre de diarrea y ha sufrido vómitos no hay que olvidar que la hidratación ha de estar presente. Hay que intentar mantener al bebé hidratado dándole agua en pequeños sorbos.
Si ha sido útil esta información y quieres conocer mucho más, te proponemos leer “dolor de estómago en niños” o “cómo evitar la regurgitación en los bebés».