El yogur es un alimento muy completo para la dieta de una persona. Los bebés tienen una dieta muy restrictiva debido a las intolerancias que su cuerpo puede soportar, por ello, es importante conocer sobre cuándo dar yogur al bebé y los beneficios que le puede aportar en su alimentación.
Es un alimento que se obtiene de la fermentación de la leche y existen marcas que ofrecen yogures con una composición que puede asimilar el cuerpo de un bebé. Pero, ¿son igual de efectivos que los yogures naturales? No es lo mismo un yogur adapatado a su edad, un yogur normal con leche de vaca o con sabores a frutas.vAnalizaremos que diferencia presentan entre ambos formatos.
¿Cuándo puedo dar su primer yogur a mi bebé?
La leche de vaca no llega a introducirse en la alimentación de un bebé hasta que no alcanza su primer año de vida, ya que sus proteínas todavía no pueden ser asimiladas por su sistema digestivo. Será hasta entonces y después uno de sus alimentos principales como bebida, ya que ofrece todas las proteínas, hidratos de carbono, grasas, calcio y hierro que necesita. Es super completo, pero en cada etapa habrá que supervisar cuando ofrecerle un tipo de leche u otra.
Los lácteos, por regla general, no deben ser introducidos hasta que el bebé no alcanza el año de vida. Pero se pueden introducir algunos derivados a partir de los 9 a 10 meses. Algunos de estos alimentos son los yogures, queso, mantequilla, bechamel o queso, y se pueden ofrecer en pequeñas cantidades.
Mi primer Danone
Mi primer Danone es un formato creado por una empresa para ofrecer un yogur a partir de los 6 meses de vida del bebé. Muchos padres ofrecen este lácteo como complemento en la dieta para ellos, pero en realidad no es un complemento, ya que aporta los mismos nutrientes y propiedades que la leche que toma habitualmente.
Un bebé que toma leche materna o leche de fórmula a demanda, no precisa de tomar otros lácteos. Si toma 2 o 3 biberones diarios ya está tomando entre 300 y 500 ml de leche al día. Pero si el bebé no toma grandes cantidades de biberones, se puede complementar su aporte en lácteos mediante este formato.
Propiedades de un yogur con leche de vaca
Un yogur natural hecho con leche de vaca entera constituye un gran pilar en su alimentación. Es un imprescindible en su crecimiento gracias al gran aporte de nutrientes:
- Calcio para el crecimiento de los huesos.
- Proteínas para su crecimiento celular, hidratos de carbono y grasas. Ideal para el funcionamiento cerebral y sistema nervioso.
- Vitamina A para la formación de ojos y piel. Vitamina B para obtener energía. Zinc y Potasio.
- Probióticos. Indispensables en su crecimiento, favoreciendo al corazón, el cerebro y regular el metabolismo. Ayuda a crear bacterias buenas dentro del tracto digestivo durante sus primeros años de vida y a fortalecer el sistema inmunológico.
¿Es bueno tomar yogures de sabores?
El yogur de sabores no es malo, pero si hay que elegir, siempre es mucho mejor el yogur natural. La composición general de un yogur contiene leche pasteurizada, leche en polvo y fermentos lácticos. Apenas contiene 4 g de azúcares por cada 100 g de producto frente a los 12 g de un yogur azucarado y con sabor. Un yogur de 125 g contiene 15,6 g de azúcar.
Un yogur con sabor contiene más ingredientes que no son imprescindibles y por lo tanto, no hay duda que lo mejor siempre es lo más sencillo y natural. Está formado por leche desnatada rehidratada, nata, gelatina, azúcar, aromas, colorante y fermentos lácticos. Basta con observar las etiquetas de los yogures y comparar.
Es lógico pensar que los yogures con sabor ofrecen más ventajas a la hora de tomarlos, ya que el niño tendrá muchas menos posibilidades de rechazarlo por su alto contenido en azúcar y por su sabor.
Al principio de introducir el yogur, procura hacerlo con un sabor natural y que esté formulado con leche entera. Tendrá que probarlo poco a poco. No es necesario obligar, hay que tener paciencia en ofrecerlo constantemente hasta que asimile el gusto. Si no le gusta los yogures naturales puedes introducir algo de fruta para que le de algo más de dulzor.
Hay que tener en cuenta, que el yogur se elabora con leche de vaca y puede llegar a ser un alérgeno alimentario, algo muy común entre los niños pequeños. La leche de cabra, oveja o búfalo también puede provocar la misma reacción alérgica, similar a la de la leche de vaca. Pero, no hay que desesperar, este tipo de alergia suele desaparecer con el tiempo y probablemente al cabo de unos años pueda tomarlo.
El yogur suele ser un alimento que ofrece poca intolerancia, ya que tiene un contenido de lactosa menor que la leche principal y porque los probióticos que tiene ayudan a descomponer mucho mejor la lactosa.