La fiebre en bebés puede ser muy peligrosa y por ello es fundamental conocer cuáles son los rasgos a tener en cuenta cuando aparece. Cuando aumenta la temperatura el cuerpo está lanzando una señal de alerta, está avisando de que una infección está comenzando. La fiebre es un mecanismo de defensa del organismo y en la gran mayoría de los casos es una consecuencia y no un problema en sí misma.
Es decir, la fiebre no constituye ningún riesgo para el bebé, en principio, pero la causa de la misma sí que puede tener consecuencias mayores. Especialmente de gravedad en bebés que todavía no tienen un sistema inmune fuerte y sus defensas no están todavía del todo preparadas. Ahora bien, todo tipo de aumento de temperatura no se considera fiebre propiamente dicha.
Cuándo es fiebre en bebés
La temperatura corporal aumenta cuando tiene que defender al organismo de una infección, o de otras causas. Pero a veces solo necesita algunas décimas. Eso es lo que se considera como febrícula y en bebés se determina tomando la temperatura rectal. Una temperatura rectal normal en bebés es aquella que no pasa de los 37,6º. Entre los 37,6º y los 38º se considera que el pequeño tiene febrícula.
A partir de los 38º es cuando se entiende que el bebé tiene fiebre real. Generalmente los episodios de fiebre duran entre 1 y 3 días en bebés y se trata de un aumento de temperatura provocado por una infección vírica. Cuando se trata de bebés muy pequeños o lactantes, es importante acudir a la consulta del pediatra para que valore la situación, ya que en determinados casos la fiebre puede ser una señal de alerta ante otros problemas mayores.
En cuanto a la mejor manera de tomar la temperatura a los bebés, lo que recomiendan los pediatras es lo siguiente. A los bebés menores de 3 meses se les toma la temperatura en la axila o la frente. Se trata de una medida de seguridad porque la forma más fiable es colocando el termómetro en el recto. Sin embargo, en un bebé tan pequeño pueden producirse incidentes que es mejor evitar. A partir del año la forma más fiable es la temperatura rectal o en la frente y a partir del año ya se puede pasar a la axila. Acude a la consulta del pediatra si además de la fiebre observas otros síntomas.