Hay momentos únicos que serán recordados por el resto de la vida. Cuando se escuchan el latido del bebé por primera vez aparece una emoción difícil de describir. Es alegría, amor, ansiedad, miedo…una catarata de emociones por la nueva vida que se inicia. Es el poder de la vida que se asoma en un sólo sonido.
El latido del bebé no es sólo eso, también es la garantía de que todo está aparentemente bien. Hay un bebé cuyo corazón late fuerte y rápido dentro del vientre. Con ganas de crecer y desarrollarse. El latido del bebé supera incluso a las imágenes pues se trata de un sonido in situ que da cuenta de la presencia de ese nuevo bebé, de ese nuevo proyecto de vida.
Índice
De la formación del corazón al primer latido
Si una mujer embarazada se realiza la primera ecografía a las pocas semanas de la fecundación es probable que no pueda escuchar los primeros latidos del bebé. ¿Cuándo se escucha el latido del bebé entonces? Hace falta aguardar hasta la semana 10 para poder escuchar ese hermoso sonido.
Esto no implica que no haya un corazón latiendo hasta entonces. Por el contrario, el corazón es un órgano que comienza a formarse llegando a la semana 5 del embarazo. Aún siendo milimétrico, en el centro del embrión comienza a producirse un pequeño abultamiento que, acompañado de algunos vasos sanguíneos, será el futuro corazón del bebé y su correspondiente aparato cardiovascular. El primer latido ocurre apenas 16 días luego de la concepción, un pequeño milagro de la naturaleza.
Escuchar el primer latido del bebé
Hacia la semana seis de embarazo el corazón empieza a latir regularmente, aunque es muy probable que el ultrasonido temprano no detecte todavía ese latido. El embrión es muy pequeño, mide apenas un centímetro. Es habitual que la ecografía sí detecte a la vista el latido del corazón y podamos apreciarlo mirando al monitor. Pero será a partir de la semana nueve o diez de embarazo cuando el latido del corazón sea perceptible al oído.
La tecnología
Para escuchar el latido del bebé hace falta contar con la tecnología como intermediaria. Una ecografía doppler permitirá ver las imágenes del bebé y amplificar los sonidos dentro del vientre para así escuchar el latido. Quienes han transitado la experiencia no sólo se sorprenden con la fuerza del corazón sino con el ritmo de los latidos, que son mucho más acelerados que las de un adulto. Por otra parte, el ecógrafo analizará cómo es el flujo sanguíneo para así dar cuenta de cualquier anomalía.
En un principio, si no se escucha el latido del bebé en la semana 10 o en las subsiguientes no hay porque alarmarse. En algunos casos, los latidos no se escuchan por la posición del bebé. En otros puede ser porque se ha calculado mal la fecha del embarazo o bien porque la madre presenta una capa de grasa más gruesa de lo habitual. En ese caso, se realizará una nueva ecografía para escuchar el latido y ver que hay movimiento y circulación del bebé.
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