Cuando se ve el saco gestacional en la primera ecografía es posible advertir un pequeño óvalo de color negro. Es distintivo y lo que más se observa a simple vista en este primer estudio de rutina. El saco gestacional se forma en la etapa temprana del embarazo y contiene al embrión.
Su formación temprana está vinculada a su función pues el saco gestacional protege al bebé al tiempo que le aporta los nutrientes necesarios para su supervivencia. Por esta razón, se forma apenas se produce la fecundación del óvulo con el espermatozoide.
Qué es el saco gestacional
El saco gestacional no es otra cosa que una estructura que rodea al embrión que se encuentra en el útero. Tal y como se mencionaba, es una formación muy temprana del embarazo y por eso se advierte en los primeros estudios. Cuando se ve el saco gestacional es que hay un embarazo. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos a la hora de confirmar el buen desarrollo del mismo. ¿La razón? Hay casos en los que se produce la fecundación pero luego el embrión no prospera. Y entonces en la ecografía aparece el saco gestacional pero sin embrión. Para que se confirme un embarazo es preciso que se observe un saco gestacional con un embrión que además presenta latido. De otra manera, se tratará de un embarazo anembrionado.
Poco a poco, el saco gestacional se transformará en la placenta, donde irá creciendo el feto. Pero volviendo al saco gestacional, es el gran indicador de un aparente embarazo y lo primero que se ve en las ecografías. Y además, es lo que luego se transformará en la futura placenta. En un primer momento, el saco gestacional es una membrana que envuelve al embrión, una cavidad con un fluido que rodea al embrión, le aporta nutrientes y lo protege de los movimientos. El mismo está conformado por la mezcla del «corion» y el «amnios».
El primero es la envoltura externa del embrión y cumple la función de proteger al embrión y ayudar en la formación de la placenta. El corion presenta una estructura de círculos concéntricos y está conformado por dos partes, una parte interior que es una bolsa con líquido revestida con una mucosa que protege al embrión, y otra parte exterior que presenta vellosidades que conectan con el endometrio y sirve para el intercambio de nutrientes madre/hijo.
En cuanto al amnios, en este caso hablamos de la capa más interna del saco gestacional, la que está en contacto directo con el feto. El amnios sostiene y protege al embrión: cuenta con una cavidad amniótica, que es donde se encuentra el líquido amniótico, fundamental a la hora de proteger y amortiguar al feto.
El saco gestacional en la primera ecografía
¿Cuándo se ve el saco gestacional? Es posible verlo con un ultrasonido endovaginal a comienzos del embarazo. Entre las semanas 4 y 5 este estudio permite confirmar si se ha formado el saco gestacional. Aunque en la ecografía puede distinguirse con claridad, su estructura es de apenas entre 3 a5 mm.
El mismo podrá ser detectado hasta la semana 9 aproximadamente pues luego desaparecerá ya que es reemplazado por la placenta. Para distinguirlo en la primera ecografía, basta con observar una pequeña esfera oscura que se distingue en la imagen y presenta un borde claro. Además de su forma esférica, el saco gestacional normalmente se ubica en la parte superior del fondo uterino.
Una vez detectado el mismo, no sólo es importante poder visualizarlo sino tener un registro de su crecimiento. En las ecografías de rutina se verificará el desarrollo del saco gestacional dado que es esperable un crecimiento de 1,15 mm por día. Por eso en los ultrasonidos se mide su tamaño dado que además es indicador de la edad gestacional del feto, con una precisión aproximada de +/- 5 días. El saco gestacional también permite ver si el embrión está bien implantado en el endometrio o bien fuera del útero.