El resfriado en un bebé puede ser muy estresante para cualquier padre o madre. Es una experiencia difícil para el pequeño que no sabe qué le pasa y para los padres primerizos o más experimentados. Es normal que como padre o madre quieras encontrar respuestas sobre la duración de esta enfermedad y cómo puedes ayudar a tu hijo a superarla de manera segura y rápida.
A continuación vamos a ofrecerte información importante sobre este tema no solo para que conozcas mejor de qué trata esta dolencia común, si no también, para que sepas cómo actuar en el momento en que tu bebé se haya resfriado.
¿Cuánto tiempo dura un resfriado en los bebés?
El resfriado común es una infección viral que afecta las vías respiratorias superiores. Aunque los adultos suelen recuperarse en una semana aproximadamente, los bebés pueden tardar un poco más en superar esta enfermedad.
Normalmente, el resfriado de un bebé puede durar de una a dos semanas, dependiendo de la gravedad de los síntomas y de la respuesta del sistema inmunológico del bebé.
Factores que influyen en la duración del resfriado
Varios factores pueden afectar la duración del resfriado en los bebés. El primero de ellos es la edad del bebé. Los recién nacidos y los bebés menores de seis meses son más propensos a sufrir complicaciones debido a su sistema inmunológico inmaduro. Por lo tanto, los resfriados en estos bebés pueden durar más tiempo en comparación con los bebés mayores.
La gravedad de los síntomas también puede influir en la duración del resfriado. Si tu bebé tiene fiebre, congestión nasal, tos persistente y dificultad para respirar, es posible que el resfriado dure más tiempo que si solo presenta síntomas leves.
Cómo aliviar los síntomas del resfriado en los bebés
Aunque no existe una cura para el resfriado común ni para mayores ni para pequeños, hay varias cosas que puedes tener en cuenta para aliviar los síntomas y ayudar a tu bebé a sentirse mejor. Es una forma adecuada para que, aunque hayan síntomas, no sean demasiado molestos para el bebé.
Mantén a tu bebé hidratado durante el resfriado
Asegúrate de que tu bebé esté bien hidratado ofreciéndole líquidos con frecuencia. La leche materna o la fórmula son fundamentales para mantener a tu bebé nutrido e hidratado durante el resfriado. Si tiene edad suficiente, habla con el pediatra para ver si puedes darle sorbitos de agua.
Utiliza soluciones salinas para la congestión nasal
Las soluciones salinas son seguras y efectivas para aliviar la congestión nasal en los bebés. Puedes utilizar un gotero para colocar unas gotas en cada fosa nasal, seguido de la aspiración suave con una pera de goma. Si la pera de goma y es demasiado molesta, puedes utilizar un aspirador nasal que funciona con tu aspiración, de esta manera podrás controlar la fuerza y evitar hacerle daño.
Proporciona un ambiente húmedo
Un ambiente húmedo puede ayudar a aliviar la congestión y facilitar la respiración del bebé. Utiliza un humidificador o un vaporizador para mantener el aire húmedo en la habitación del bebé. Si añades aceites esenciales como eucalipto o menta, aún será mejor para mejorar la respiración y aliviar las vías respiratorias.
Evita el humo de cigarrillo
El humo de cigarrillo es especialmente perjudicial para los bebés con resfriado (y para cualquier persona). El humo puede agravar los síntomas y dificultar la recuperación. Es importante mantener a tu bebé alejado del humo del tabaco. No permitas que tu bebé sea un fumador pasivo.
Eleva la cabeza del bebé al dormir cuando esté resfriado
Elevar ligeramente la cabeza del bebé al dormir puede ayudar a reducir la congestión nasal y facilitar la respiración. Puedes colocar una toalla enrollada debajo del colchón para elevar la parte superior del cuerpo del bebé, esto permitirá que la mucosidad baje y no le moleste tanto en las vías respiratorias.
Crea un ambiente tranquilo y relajante
Durante el resfriado, tu bebé puede estar incómodo y tener dificultad para dormir. Crea un ambiente tranquilo y relajante en la habitación del bebé, evitando ruidos fuertes y luces brillantes. Permite que tu pequeño se sienta tranquilo cada vez que vaya a dormir.
Cuándo buscar atención pediátrica
En la mayoría de los casos, el resfriado de un bebé se puede manejar en casa sin necesidad de atención médica. Sin embargo, hay situaciones en las que debes buscar atención médica de inmediato:
- Si tu bebé tiene menos de tres meses de edad y presenta fiebre de 38°C o más.
- Si muestra signos de dificultad respiratoria, como respiración rápida o dificultad para respirar.
- Has empezado a notar que tu bebé está extremadamente irritable, letárgico o muestra signos de deshidratación, como llanto sin lágrimas y boca seca.
- En el caso de que los síntomas del resfriado empeoran o no mejoran después de dos semanas.
Recuerda que es mejor consultar con el pediatra si tienes alguna duda o preocupación acerca de la salud de tu bebé en cuanto la tengas. Nunca esperes demasiado tiempo la salud de un bebé es frágil.
Medidas preventivas para evitar resfriados en los bebés
Prevenir los resfriados en los bebés es fundamental para su bienestar. Como dice el refrán: “más vale prevenir que curar”. Por ello, a continuación vamos a ofrecerte algunos puntos clave para que así, puedas evitar los resfriados no solo a tu bebé, si no también hacia ti mismo.
- Lávate las manos: lávate las manos con frecuencia, especialmente antes de interactuar con tu bebé. Esto ayuda a prevenir la propagación de gérmenes.
- Evita el contacto con personas enfermas: mantén a tu bebé alejado de personas que están resfriadas o tienen síntomas de enfermedades respiratorias.
- Amamanta a tu bebé: la leche materna contiene anticuerpos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico del bebé y a protegerlo de infecciones.
- Mantén limpios los juguetes y superficies: limpia regularmente los juguetes y las superficies que tu bebé toca con frecuencia para reducir la propagación de gérmenes.
Los beneficios de la lactancia materna durante un resfriado
La lactancia materna no solo proporciona nutrientes esenciales para el bebé, sino que también ofrece beneficios adicionales durante un resfriado. La leche materna contiene anticuerpos y otras sustancias inmunológicas que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico del bebé y combatir la infección.
Estos anticuerpos se transmiten directamente de la madre al bebé a través de la leche, brindando una protección extra contra los resfriados y otras enfermedades respiratorias
Amamantar puede ser reconfortante para el bebé cuando se siente enfermo. El contacto piel con piel y la succión del pecho pueden proporcionar consuelo y alivio, lo que puede ayudar al bebé a sentirse mejor durante el resfriado.
Cómo fortalecer el sistema inmunológico del bebé
Un sistema inmunológico fuerte puede ayudar a prevenir los resfriados o reducir su gravedad. Si quieres mejorar el sistema inmunológico de tu bebé, ten en cuenta los siguientes puntos clave:
- Alimentación saludable: introduce alimentos saludables y equilibrados en la dieta de tu bebé, incluyendo frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales. Estos alimentos proporcionan nutrientes esenciales para fortalecer el sistema inmunológico. En el caso de que solo tome leche materna, será suficiente.
- Tiempo al aire libre:pasear al aire libre puede ser beneficioso para el sistema inmunológico de tu bebé. La exposición moderada al sol puede ayudar al cuerpo a producir vitamina D, que desempeña un papel clave en la función inmunológica.
- Evitar el estrés excesivo: el estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico. Crea un ambiente tranquilo y relajado para tu bebé, evitando situaciones estresantes siempre que sea posible.
- Mantener el calendario de vacunación actualizado: las vacunas son una forma efectiva de proteger a tu bebé contra diversas enfermedades, incluyendo algunas infecciones respiratorias.
¿Cuándo puede un bebé volver a la escuela infantil después de un resfriado?
Es comprensible que los padres se pregunten cuándo es seguro que su bebé vuelva a la escuela infantil después de haber tenido un resfriado. Si bien no existe una regla estricta, aquí hay algunas pautas generales:
- Si tu bebé ha tenido fiebre, es importante esperar al menos 24 horas después de que la fiebre haya desaparecido por completo sin el uso de medicamentos antes de volver a la guardería o a la escuela.
- Si los síntomas del resfriado, como la congestión nasal o la tos, persisten pero tu bebé se siente lo suficientemente bien como para participar en las actividades diarias, es posible que pueda regresar a la guardería o a la escuela. Sin embargo, asegúrate de informar a los educadores sobre los síntomas persistentes para que puedan tomar las precauciones adecuadas y vigilar el bienestar de tu bebé.
- En el caso de que ty bebé haya tenido complicaciones o síntomas graves durante el resfriado, es recomendable esperar a que se recupere por completo antes de volver, ante cualquier duda habla con el pediatra.
Recuerda que cada situación es única, y es importante utilizar tu juicio y seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud y de las instituciones educativas para determinar cuándo es apropiado que tu bebé regrese a la rutina normal.
Cuidado emocional durante el resfriado de un bebé
Además de los cuidados físicos, es fundamental dar apoyo emocional a tu bebé durante el resfriado. Los bebés pueden sentirse incómodos, irritables y tener dificultad para dormir cuando están con mocos o tos por el resfriado o simplemente porque se encuentran mal. ¡No entienden qué les pasa! Por eso, no te pierdas lo siguiente:
- Proporciona abrazos y caricias: el contacto físico puede ser reconfortante para tu bebé. Sostenerlo en tus brazos, abrazarlo y darle caricias suaves pueden ayudar a calmarlo y brindarle seguridad.
- Ofrece palabras de consuelo: habla con suavidad y de manera tranquilizadora a tu bebé. Tu voz puede ser reconfortante y ayudarlo a sentirse seguro.
- Establece una rutina relajante antes de dormir: mantener una rutina de sueño tranquila y consistente puede ayudar a tu bebé a relajarse antes de acostarse. Esto puede incluir un baño templado, un masaje suave y la lectura de un cuento calmante.
Ten presente que el cuidado emocional es igual de importante que el cuidado físico durante el resfriado de tu bebé. Aportarle amor, paciencia y apoyo puede generar una gran diferencia en su bienestar y recuperación total.